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Alcohol enemigo del sexo

Alcohol enemigo del sexo
“Marta, cuyo marido asiste a un grupo de alcohólicos anónimos, nos cuenta como su compañero vivió una vida que giraba en torno al alcohol, nada podía hacer sin el, ni siquiera el amor: Juan siempre necesito una copita para estar alegre. Era el centro de las reuniones, una maquina de contar chistes en las fiestas, y uno de esos personajes que todo el mundo esperaba para encender la chispa, por eso siempre había a mano una botella de buen whisky que bajaba en forma acelerada en sus manos.

Con el correr de las horas la alegría se transformaba en malhumor, palabras subidas de tono, y cuando finalmente estabamos juntos y solos la violencia se desataba porque siempre que intentaba hacerme el amor, no tenía erección. Ahora, gracias a la asistencia al grupo de apoyo, estamos recuperando nuestra vida sexual, y ha vuelto a ser el que era, y si a veces el no puede, lo cual sucede cada vez menos, nos quedamos abrazados conversando, hasta que vuelve a surgir el deseo”.

Mitos: Alcohol y Sexo

La mitología atribuye al alcohol poderes desinhibitorios, que podrán ser así en un brevísimo comienzo al ingerir el mismo, siempre y cuando se utilizara la dosis justa y necesaria para lograr ese efecto. Pero el inconveniente es que el alcohol crea tolerancia, esto quiere decir que es necesario ir aumentando la dosis para obtener los efectos deseados a medida que crece esta tolerancia.

En el sexo, parece que el alcohol ocupa un lugar fundamental para hacer todo aquello que puede resultar prohibido. Pero no cabe dudas que es mucho mas sano proponer sin tabúes ni problemas de comunicación lo que queremos, poniendo un toque de audacia fuera del vaso y si en cambio dentro de la relación, puesto que las soluciones que aparenta ofrecer el alcohol son brevísimas y los efectos colaterales y residuales que se sufren son lamentablemente de por vida.

Algunas consencuencias

Las personas que ingieren alcohol con frecuencia, o bien aquellas que ya se han transformado en alcohólicas presentan diversas disfunciones sexuales.

En el caso de los varones la falta de erección, es decir la disfunción eréctil es una de las más frecuentes, pero también se da la eyaculación precoz o la denominada eyaculación retardada, que es la dificultad de eyacular en un tiempo prudencial demorando mucho más de lo que se quiere. La falta de erección no siempre se produce durante los primeros tiempos, esto sucede esporádicamente cuando los mareos, las nauseas o el agotamiento general hacen sus primeros estragos y los efectos tóxicos se vuelven innumerables. Un varón que ha ingerido mas dosis de alcohol de la suficiente, si va a un encuentro sexual probablemente en vez de hacer un buen papel hará un papelón, tal vez no consiga la erección ni la eyaculación, lo que lógicamente va a derivar en frustración.

Otro es el caso de aquel que mantiene una ingesta alcohólica cotidiana sin llegar a la embriaguez, en este caso también hablamos de que se da un alcoholismo crónico que lamentablemente llevara también a una impotencia.

En la mujer, las consecuencias del alcoholismo se observan en dificultades en la excitación y el orgasmo al estar en un estado casi anestésico, lo cual le hace imposible sentir las sensaciones placenteras del clímax. 

Por lo que podemos afirmar que en ambos sexos el alcohol produce disfunciones sexuales.

Cifras

Un varón o una mujer de aproximadamente 65 o 70 kg, puede metabolizar un trago en 90 minutos. Para alcanzar la saturación (0,1 por ciento) tiene que haber ingerido 5 cervezas antes de dos horas. Las consecuencias son dificultades en el habla y en el equilibrio corporal. Si estas dosis son ingeridas en un espacio breve de tiempo, el nivel de alcohol sube al 0,2 por ciento y sus efectos se extienden a la parte media del cerebro. Las consecuencias son, descontrol emocional y gran somnolencia.
Si el nivel de ingesta de alcohol se eleva al 0,3 por ciento, se pierde la capacidad de reacción y movimiento.

El hígado puede metabolizar el alcohol a una velocidad de siete gramos por hora. El alcohol contenido en dos vasos de vino de 100 gramos, circula entre tres y cinco horas antes de disgregarse. Cuanto más se bebe mas tarde el organismo en liberar el alcohol.
El consumo excesivo de alcohol, trastoca la capacidad del estómago de transferir alimentos a los intestinos, por lo que los bebedores sienten aversión a la comida. Este síntoma sumado a los anteriores, potencia el debilitamiento general del bebedor, imposibilitando en este estado a tener una vida sexual.

Enemigos

Es indudable que el alcohol y el sexo no son compatibles en ningún sentido. Además de lo explicado anteriormente se han detectado con cierta frecuencia conductas que interactúan negativamente con cierta frecuencia en la relación sexual, como el desgaste de la relación de pareja, complicaciones de tipo agresivas, perdida de autocrítica, celos patológicos, etc.

Cuando el alcohol ataca hay que saber defenderse, no vale la pena perder las inmensas posibilidades de goce por un simple vaso de whisky. El exceso en sangre consume a las personas en forma desmedida y en victimas de disfunciones sexuales. Es incuestionable: sexo y alcohol son enemigos eróticos.


Gabriela Michoelsson (Sicóloga-Sexóloga)
gamich@multi.com.uy
094.21.28.21
www.saberdesexo.com


 

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