“Si me amas harías tal o cual cosa…” ¿Aceptarías prostituirte porque tu marido fantasea verte con otro hombre? Puede que por miedo a perderlo aceptes y luego, te sientas mal.
O al revés: ¿aceptarías hacer un intercambio de parejas, para luego sentirte inseguro de que la viste en brazos de otro solo para complacerla? ¡Ojo! Si ambos están de acuerdo ¡adelante! Lo importante es que sea algo que ambos quieran.
“Si me amaras sabrías que…”. Amar no implica leer mentes. Lo mejor es que ambos se digan lo que les gusta y lo que no. Una vez que ambos lo saben, cada uno verá si el otro trata de gratificarlos o no.
Las cosas no se hacen en nombre del Amor... se hacen porque nos gratifican, nos hacen sentir bien, crecer, conocer cosas nuevas y no dañan nuestra autoestima, ni la de nuestra pareja. Ten en cuenta que
nadie es perfecto y que la perfección varía de acuerdo a quien la esté evaluando.
Por eso antes de tomar decisiones radicales, recuerda que en la etapa de enamoramiento la persona se “ve perfecta”... luego la verás más real y ¡claro que te puede seguir gustando, desde un Amor más maduro! Reconocerás lo bueno, lo malo y
si también te quieren a tí así, tal como eres y te aceptan,
entonces es Amor, por encima de los desacuerdos que cada pareja tenga entre sí.
Elige a quien te quiera y quiere con todas tus fuerzas... deja de lado esa idea de que "el Amor es sufrir". El Amor es sentirse maravilloso, querido, amado y correspondido. Hasta la próxima entrega.
Viviana VaisenbergTerapeuta Cognitiva Comportamental
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