Anna Frank nació en Frankfurt, Alemania, en 1929. Sus padres fueron comerciantes judíos. La familia emigró a Holanda huyendo de la persecución nazi cuando comenzó la segunda Guerra Mundial.
En 1942 Anna, su hermana mayor y sus padres deciden compartir escondite con la familia judía holandesa Van Daan, que tiene un hijo de 15 años.
Durante dos años las familias viven encerradas en el cobertizo de una casa, sin aparecer por la calle una sola vez.
La pubertad de Anna transcurre en ese sitio; para pasar el tiempo decide escribir un diario a manera de cartas a una amiga ficticia: Kitty.
Así, El diario de Anna Frank describe no sólo las esperanzas de una alma joven y limpia, sino los terribles momentos de depresión, carencias y soledad que vivieron las familias en su inútil intento por escapar del holocausto, la manera como cada persona trató de sobrellevar la situación y un fino análisis de lo que cada quien sentía.
El 4 de agosto de 1944 los nazis descubren el escondite de las familias; los ocupantes son enviados al espeluznante campo de concentración Bergen-Belsen, en donde Anna muere después de ocho meses de trato infrahumano.
El único sobreviviente del drama resulta ser su padre, quien al regresar al cobertizo que fue su hogar por dos años, descubre el diario de Anna entre los escombros. Afortunadamente decide publicarlo en memoria de su hija, como un recordatorio de lo que realmente ocurrió durante esos años de criminal persecución.