Lo mismo cuando anticipamos una situación. Si nos ponemos ansiosos ante determinada situación, en general empezamos a imaginarnos cómo se dará, generamos pensamientos que nos ponen, muchas veces, más ansiosos que si no pensáramos nada y esperáramos a estar en la situación misma.
Es un tema de control: siempre queremos vivir bajo control y el pensar mucho sobre algo, nos hace creer que tal vez así estaremos dominando mejor determinada situación, pero la realidad marca que muchas veces es al revés. Por pensar tanto previamente, llegamos a ella con mucha ansiedad y nos juega en contra.
Imaginemos un encuentro sexual. La persona piensa y se preocupa por hacer un buen papel, dar una buena imagen en dicho encuentro, etc. Así puede pasar que empiece a sentirse muy inseguro/a en base a sus pensamientos y exigencias, y este encuentro pase a resultarle generador de mucha ansiedad. La respuesta sexual en la fase de excitación, está regida por el sistema nervioso autónomo en su fase parasimpática, esto quiere decir que necesita estar con cierto grado de tranquilidad, para poder tener una respuesta sexual adecuada en dicha fase. Si la persona no logra estar relajada, es muy probable que no logre el grado de excitación adecuado. Resultado que no le pasaría si la situación no le hubiera generara tanta ansiedad.
Siempre tenemos que tener en cuenta, que nuestros pensamientos son los principales generadores de ansiedad, no las situaciones en sí. Es la forma en como nosotros evaluamos una situación y lo que le adjudicamos a ella, lo que nos puede poner ansiosos.
Por esto es que hay situaciones que para algunas personas no revisten ningún problema y en cambio, para otras, son causa de mucha ansiedad.
Corrigiendo nuestros pensamientos, es la forma que tenemos de bajar nuestra ansiedad. Cuando nos viene un pensamiento de este tipo podemos preguntarnos: ¿de qué me sirve pensar así? ¿me ayuda a sentirme como quiero o más bien me está produciendo el efecto contrario? ¿me ayuda a solucionar el problema o más bien me estorba? ¿qué efecto tiene sobre mi estado de ánimo y mi conducta? ¿qué le diría a otra persona para solucionar este tema?
Entonces cuando evaluamos que esa forma de pensar no nos está siendo productiva, no nos está ayudando, entonces desechamos ese pensamiento y tratamos de sustituirlo por otro más adaptativo, positivo o simplemente evitamos pensar en eso y así, desviamos el pensamiento a otra cosa que no me genere ansiedad.