La segunda gran recomendación del profesor Roth, es cambiar la expresión “tengo que hacer” por la expresión “quiero hacer”. Cuando dices “tengo que hacer”, inmediatamente te ubicas en el registro de la obligación. Esto de por sí es muy desmotivante. Implica que desearías una cosa, pero debes hacer otra cosa, aún en contra de tu voluntad. Emplear el tengo, ya te introduce en un choque emocional.
Bernard Roth señala que si haces algo, nunca es realmente porque estés obligado a hacerlo. De un modo u otro, has elegido hacerlo. Así que al eliminar la expresión “tengo que hacer” y sustituirla por “quiero hacer”, simplemente estás admitiendo tu responsabilidad frente a la vida que llevas.
Veámoslo en algunos ejemplos:
- cambiar “tengo que terminar este trabajo para mañana, porque de lo contrario perdería mi trabajo”, por “quiero hacer este trabajo para mañana, porque es una manera de conservar mi empleo”
- cambiar “tengo que ser tolerante con mi pareja, porque si no, podría aburrirse de mí y dejarme”, por “quiero ser tolerante con mi pareja, porque es una manera de enriquecer la relación y estar mejor”
- cambiar “tengo que hacer ejercicio, porque estoy engordando de una manera terrible”, por “quiero hacer ejercicio, para sentirme más cómodo con mi cuerpo”.
Cada vez que se cambia el tengo por el quiero, inmediatamente se vuelve necesario cambiar la perspectiva negativa, por una más positiva. Al mismo tiempo, se elimina una fuerte carga emocional.
Es por eso que tu vida podría cambiar muy positivamente, al eliminar esas palabras de tu vocabulario habitual. ¿Por qué no lo practicas durante un mes y evalúas los resultados?
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