La cuarentena en casa es ideal para ordenar los espacios y disfrutar del hogar. Hoy nos vamos a centrar en las paredes de la casa y en ellas, en los cuadros, los cuales adquieren un rol protagónico.
Según investigaciones y estudios recientes, observar y apreciar un cuadro tiene propiedades curativas en cuanto a enfermedades físicas y psicológicas.
Al apreciar una pintura, podemos experimentar distintas sensaciones, sentimientos y emociones.
Ya sea por sus colores, formas, figuras, estilos o técnicas; así como también por su tamaño y la forma, podemos sentir calma y/o poder, de acuerdo a sus tonalidades.
En cuanto a la forma de colocación, los cuadros deben estar colocados en un punto focal de la habitación: ya sea una gran pared, en la cabecera de una cama, encima de la mesa del comedor o de un gran sillón.
El arte forma parte de nuestra vida cotidiana, nos ayuda a mejorar nuestro estado anímico, estrés, depresión, autoestima y autoconciencia. Mediante la sensación placentera del alma, nos transporta hacia una comunicación vivificadora, dando lo mejor de nosotros mismos.