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Cuando la soledad me encuentra

Cuando la soledad me encuentra
La soledad es un bien preciado para mí. Me gusta estar en mi compañía, me gusta ordenar mis pensamientos, me gusta conversar sobre mis emociones con mi corazón. 

Claro que es un bien preciado, porque no dispongo mucho del tiempo que requiero para estar sola; entonces, cuando la soledad me encuentra respiro profundo y me dispongo a disfrutar.

En este último tiempo hemos hablado más de la soledad que de la compañía, y muchas veces dentro de una connotación negativa, parece que estuviera mal estar solos; y claro, somos seres sociales, y cuando la soledad o el aislamiento social llegan en forma de imposición y no de elección, algo en nuestro ser se resiente, tanto si nos toca ser los aislados como si nos toca convivir de alguna manera con quien debe estar aislado.

En cualquiera de los casos me gustaría intentar recordar qué es la distancia siempre física, pero no emocional. La soledad es un bien preciado y que en tal caso, siempre todo va a pasar.

Esta puede ser una oportunidad de ordenarse, de re conectar, de mirarnos hacia dentro, de reconciliar. Seguramente saldrán nuestros demonios de a ratos, a pasear vestidos de miedos o preocupaciones. Nuestros demonios o los de los demás y tal vez en algún momento se crucen, ese es un gran desafío que seguramente nos va a encontrar. 

Desafíos que como todos nos harán crecer, conocernos y conocer de otra forma a los demás.

Si la soledad me encontrara, me gustaría poder abrazarla y recordar que es para mí un bien preciado del que me gusta disfrutar.


Marisan

Debajo, más publicaciones de la autora.

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