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Cuándo llevar a un niño al psicólogo

Cuándo llevar a un niño al psicólogo
El comportamiento es una relación entre el individuo y su medio. Por tanto, los problemas psicológicos consisten en comportamientos inadecuados que impiden que la persona se adapte a dicho entorno.

El empleo del concepto “enfermedad” en el ámbito de los trastornos psicológicos, no es adecuado. Cuando decimos que una persona presenta un problema, no implica en absoluto que lo tenga: como quien tiene una enfermedad o una lesión física.

El hecho de etiquetar los problemas psicológicos, puede incluso tener el efecto contraproducente de estigmatizar a la persona sobre la cual cae el peso de la enfermedad. Sería el caso del individuo que deja de ir a trabajar y realizar otras actividades por el hecho que “tiene depresión”. Esto no haría sino incrementar sus comportamientos problemáticos.

Un psicólogo es un profesional que trata de dar respuesta científica a los problemas. En definitiva, problemas “conductuales” que presenta la persona.  El psicólogo puede considerarse como  “un instrumento al servicio del cliente o paciente”. Es decir, sin la colaboración del paciente o cliente, “el psicólogo no puede actuar como tal”.

¿Cuándo debo llevar a mi hijo a un psicólogo?

Cuando su hijo presente comportamientos desadaptativos o desajustados; es decir, conductas que impidan que pueda desenvolverse y/o adaptarse con soltura en sus distintos ámbitos de desarrollo (familiar, escolar, social, etc.).

Podemos considerar las siguientes situaciones:

A) El niño o adolescente que presenta hiperactividad; es decir, dificultades para establecer un ritmo de trabajo constante, sin interrupciones.

B) El niño o adolescente que tenga dificultades para lograr un rendimiento adecuado en el ámbito académico.

C) El niño o adolescente que presente dificultades para adaptarse a su entorno social; es decir, que tenga problemas para establecer relaciones de amistad, mostrándose solitario, triste o tímido.

D) El niño con dificultades para establecer hábitos de vida que le permitan tener los logros propios para su etapa de desarrollo. Es el caso de niños que carecen de hábitos de estudio y que por lo mismo, presentan deficientes niveles de rendimiento académico; niños con ausencia de hábitos de alimentación; niños que presentan algún tipo de adicción (por ejemplo: al computador, a algún juego de video, al televisor, a alguna droga, etc.).

E) El niño o adolescente que presente enuresis o encopresis; es decir, que no teniendo una base orgánica, no puede controlar esfínter (se orina o defeca en ocasiones o constantemente).

F) El niño o adolescente que presenta conductas autolesivas: se comen las uñas, se tiran el pelo, se hacen cortes en sus brazos, piernas, estómago, etc.

G ) El niño que se ha visto obligado a vivir situaciones traumáticas; como por ejemplo: muertes, divorcios, conflictos de pareja, accidentes, etc.


Psicoterapia Familiar - Sahira Rivera Droguett

General Salvo 173, Providencia (Santiago, Chile) - 09 335 0531

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