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De madres y padres a hijos

De madres y padres a hijos
En las charlas que doy a padres, me gusta hacerles la siguiente pregunta: “¿Qué quieren para sus hijos?” Las respuestas son similares: “que sean felices”, “que sean personas de bien”, “que se realicen”. “Que tengan lo que yo no pude tener”, es otra de las frases que escucho. Como pueden ver, casi todas las respuestas apuntan a que los hijos sean FELICES.

Hay caminos que ayudan, que fomentan la felicidad y otros que, sin quererlo, conducen, muchas veces, en sentido contrario. En algunas ocasiones, los padres transmiten determinados valores a sus hijos, diciéndoles cómo deben ser las cosas. Sin embargo, el aprendizaje y la incorporación de los valores, se adquieren a través del modelado de los padres.

Esto significa que los niños copian nuestras acciones: ven lo que hacemos, cómo nos comportamos... porque somos sus referentes. Por tanto, si quiero que mi hijo no grite, lo que tengo que hacer es no gritar. Si quiero que sea feliz: empezar a ser feliz. Y así sucesivamente. No conozco hijos seguros y felices, con padres que no lo sean.

¿Qué les parece empezar a trabajar con uno mismo?

Es hora de enfrentar nuestra propia vida, nuestro pasado. El pasado nos marca, pero no nos condiciona. A veces miramos la vida con lentes que no tienen la graduación adecuada.

Si un Papá o Mamá está agobiado, estresado o deprimido, es probable que su hijo sienta lo mismo. Entonces es ese papá o mamá, quien debe buscar ayuda profesional, alguna actividad gratificante o dejar culpas de lado. En pocas palabras: comenzar a vivir. Con esto me refiero a dejar de pensar qué es lo que la vida está haciendo con usted y pensar qué es lo que usted está haciendo con ella. En cuanto empiece a disfrutar y sonreír, su hijo también lo hará.

Quiero que mi hijo/a tenga todo lo que yo no pude tener

Retomo otro de los objetivos que mencionan los padres, cuando les pregunto sobre lo que desean para sus hijos: “que mi hijo tenga todo lo que yo no tuve”. Yo les pregunto… "¿dónde está escrito que esto lo hará feliz? "

"Además veo que usted tiene la capacidad de querer lo mejor para sus hijos... capacidad que nació de la carencia, pero esas cosas que no tuvo, hoy por hoy, lo convirtieron en quien es... que usted sabe el valor de las cosas e intenta ser un buen padre."

¡Atención! La idea no es no dar a nuestros hijos, sino dar en su justa medida... que se lo ganen, que no todo venga "de arriba"; sino estos mismos niños, son lo que crecen luego pensando que la vida tiene que ser fácil y tener las cosas cuando las quieren, generando así una muy baja tolerancia a la frustración. Son los que luego copian en los exámenes o abandonan la facultad porque han perdido un exámen, por ejemplo.

Otro error que cometemos los padres y lo hacemos con mucho amor, es evitar lo más posible que estos niños se frustren... cuando si se frustran de niños, cuando sean adultos sabrán que esto pasa, que no es el fin de mundo, que pueden estar apesadumbrados, pero no deprimidos, que pueden volver a intentarlo y en casos de pérdidas, aprender desde chicos a aceptarlas.

Por ejemplo, si muere una mascota, la idea no es ir corriendo a remplazarla para que no se dé cuenta o que no sufra. Primero, porque subestimamos al niño. Segundo, porque hubo una pérdida y la buena resolución de la misma, servirá como base para pérdidas futuras que son parte de la vida. Si no, el día mañana sufrirán mucho más y se sentirán traicionados.

Es cierto y sabido que vivimos en un mundo competitivo, pero no lo convirtamos nosotros en una competencia constante. Deje que su hijo disfrute lo que hace, no importa si él es el mejor... ¡es su hijo amado!

Cuando el hijo asiste a una actividad como puede ser jugar al fútbol, tocar el piano u otras actividades similares, al principio las disfruta hasta que el padre/madre empieza a criticar, destruyendo su estima. Tal vez no sea el mejor futbolista o pianista. ¡Deje que disfrute la actividad! No se logra nada presionando, gritando. Sólo hacerlo sentir mal y hasta que tal vez odie algo que tanto le gusta. Estimule la competitividad consigo mismo, pero no la competencia con los otros. No pregunte: "¿ganaron?" Pregunte: "¿te divertiste? ¡qué bueno!"

Si tiene las condiciones y usted lo alienta de manera correcta, llegará muy lejos... si las tiene pero usted le grita y lo presiona: odiará lo que hace. Si no tiene las condiciones pero disfruta... ¡genial! Eso hará de su hijo una persona feliz y de usted, un padre orgulloso.


Revisen su historia: ellos no tienen por qué hacer lo que ustedes no pudieron, simplemente porque sus intereses son otros. Sean y seamos felices por tal cómo somos.


Viviana Vaisenberg
Terapeuta Cognitiva Comportamental
Página web: www.terapiaonline.com.uy

Comentarios (6)

Agregar un comentario

Psic. Viviana Vaisenberg 29-10-2013

Gracias a todas por tan lindos comentarios. Este artículo fue hecho desde mi lugar de mamá. Con aciertos, con errores... aceptando que si quería ver a mi hijo bien, tenía que empezar a hacer cosas para mi. Una de ellas es escribir. Y que les sirva, les guste, es un gran premio. Cariños.

Valentina 29-10-2013

Gracias Viviana Vaisenberg por éste artículo, permiso para compartirlo en facebook para mis amig@s madres y padres!

Comuna Mujer 14-08-2013

Qué bueno, Consuelo! Misión cumplida! Un beso muy grande y gracias por compartirlo.

consuelo 11-08-2013

Fueron las palabras precisas en el momento preciso. De gran ayuda de verdad. Gracias!!!

Comuna Mujer 08-08-2013

Nos alegramos mucho, Patricia! Te mandamos un beso grande y agradecemos tu comentario.

Patricia González 08-08-2013

Gracias, es de mucha ayuda para mi. Me encanta y a los padres nos ayuda a reflexionar.

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