Más allá de decorar como un pasatiempo que nos relaje y motive nuestra inspiración, prestar atención a nuestro entorno, es imprescindible para conseguir el equilibrio emocional y sentirnos bien con nosotras mismas. Entrando a una casa, solemos reconocer la personalidad de quien la habita: el orden, la disposición o los colores, suelen ser indicativos de su carácter y energía.
Todas tenemos un rincón que nos transmite calma y un lugar al que siempre que entramos, nos llena de energía. Para aplicarlo en nuestras casas, basta atender a unos sencillos conceptos.
La técnica más popularizada para encontrar el equilibrio personal mediante la decoración del espacio que nos rodea, es el Feng Shui… una filosofía que puede mejorar nuestra calidad de vida. Su propuesta es la de prestar atención a la posición de los objetos en el hogar y evitar que contaminen los espacios entre ellos: todo basado en los cinco elementos de la filosofía china.
Atendamos o no a esta técnica, todas nos vemos influidas por el entorno y redecorar u organizar nuestra casa, es un paso hacia nuestra total armonía. Para hacerlo basta atender a nuestra intuición: por ejemplo, la misma combinación de colores no surte el mismo efecto en distintas personalidades… las personas más activas se rodearán de tonos muy vivos y las más tranquilas, de los más cálidos.
Algunas premisas suelen ser comunes: es importante aprovechar la distribución de cada habitación, para que el espacio parezca amplio. Siempre ayuda incluir algo personal… incluso, algo hecho por nosotras mismas: cojines, cuadros, floreros… sin nunca olvidarnos de respetar el medio ambiente y también teniendo en cuenta, la importancia de la ventilación y los aromas. Además, podemos realizar pequeños retoques para adaptar nuestro hogar a la época del año y al tiempo que pasemos en casa.
Todos los espacios en los que habitamos, influyen en nuestro espíritu, por lo que no debemos olvidarnos que también es importante decorar y cuidar el ambiente de nuestra oficina o lugar de trabajo… como siempre, dejándonos llevar por nuestro gusto y considerando finalizada la labor, una vez que ese espacio nos trasmita su energía personal.