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Dificultades para concebir un hijo

Dificultades para concebir un hijo
Desde niños cuando imaginamos un futuro, muchas veces pensamos en ser padres... fantaseamos con quién podría ser, qué rasgos tendrá nuestro partner, si será varón o niña nuestro primogénito, en qué momento de nuestra vida conformaremos nuestra familia... todo se encuadra dentro de un proyecto de vida, concreción de logros familiares, profesionales, laborales y, cuando se decide que ya es tiempo de ser padres, la llegada del deseado hijo imaginado, fantaseado, puede retrasarse.

La búsqueda se inicia, suponiendo que no habrá ningún inconveniente: nunca nos interpelamos si podremos ser padres. Al comienzo, se realiza una consulta con el ginecólogo tratante, para prepararse para ese ansiado embarazo... controles de rutina y ¡la búsqueda comienza! 

En los tiempos que corren, la maternidad ha sido postergada para lograr concretar los proyectos que planificamos; pero lo que continuó su recorrido, es nuestro reloj biológico. Éste no se detiene... no espera a que seamos exitosas.

Cuando pasa el tiempo y ese hijo anhelado no llega, nuevamente se recurre al profesional de confianza, para evaluar los pasos a seguir. Algunos estudios quizás más invasivos, relaciones sexuales programadas, son algunas de las recomendaciones a seguir.

En estos momentos es que nos interrogamos acerca de la posibilidad o no de tener un hijo: ¿por qué demora tanto?, ¿qué es lo que ocurre? Este recorrido genera a la interna de la pareja inseguridad, ansiedad, angustia, frustración, pérdida de control: ya no es factible decidir cuándo ser padres. Cualquiera sea el motivo por el cual no logran concebir, las parejas oscilan por periodos de estrés: dependerá de los recursos psíquicos con los que cuenten, la manera en la cual podrán vivir ese momento.

Cada menstruación  alterna entre ilusión y desilusión, cada mes un duelo a  elaborar,  invisible y silencioso, es vivido como una pérdida de ese hijo fantaseado. Mujeres y hombres tienen diferentes formas de procesar las emociones y expresar sentimientos, la comunicación que se establezca es fundamental para evitar que la relación de pareja se lesione.  

La sexualidad pierde espontaneidad y privacidad, se medicaliza el placer por una exigencia de performance a demanda.  Todo esto conlleva a una pérdida de control a nivel emocional.

Si al cabo de un año, o 6 meses, dependiendo de la edad de la mujer no logran un embarazo, las consultas con profesionales pueden incrementarse, es necesario investigar qué es lo que sucede y así poder obtener un diagnóstico que nos permita cumplir ese tan anhelado deseo.

Preguntas como ¿por qué a mi? ¿Podremos ser padres? Son las que comienzan a realizarse. El fantasma de la infertilidad comienza a sobrevolar. Muchas veces se sienten incomprendidos por la sociedad la cual interpela la “ausencia de hijos” increpando en la tardanza en concebir, o brindando consejos considerados mágicos, como por ejemplo vacaciones, recomendaciones que a las parejas que están transitando este arduo camino les genera mucha frustración y dolor.

Pero, ¿qué entendemos por Infertilidad?

Es la imposibilidad de lograr un embarazo después de un año de mantener relaciones sexuales sin la utilización de métodos anticonceptivos o la incapacidad de  llevar ese embarazo a término dando a luz a un niño vivo.

Se estima que en Uruguay entre el 10 y 15% de las parejas en edad reproductiva pueden presentar algún trastorno que requieran tratamiento específico. Las causas pueden ser exclusivamente femeninas, masculinas, de relación o sin causa aparente.  Dentro de las femeninas podemos encontrar entre otras,  la edad de la mujer, problemas de ovulación, anatómicos, hormonales, trastornos de la coagulación. En hombres, encontramos la ausencia parcial o total de espermatozoides,  alteraciones de movilidad o forma entre otros.

Muchas veces estos trastornos, en la mujer,  pueden provocar abortos espontáneos, sin importar las semanas de gestación esta pareja vivirá un duelo por el bebé que no nace;  si el aborto fue de pocas semanas el mismo será silencioso se vivirá a la interna de la pareja. Las ilusiones, lo idealizado e imaginado para ese hijo se desvanece, es algo que ocurre de improviso y que trunca los planes futuros de familia. La mujer sentirá miedo, ansiedad, angustia frustración por lo ocurrido pueden sentir que han fracasado o que le han fallado a su pareja e incluso al propio hijo. La culpa sobreviene al pensar que quizás podría haber hecho algo para evitarlo. Muchas mujeres se aíslan de su entorno, se distancian de parejas que tienen hijos evitando una realidad que las hiere emocionalmente.

¿Cómo impacta psicológicamente este diagnóstico?

Consideramos que esta situación, precipita una crisis vital para la cual no se está preparado. La infertilidad implica un duelo... un duelo silencioso, que la pareja vive en la más estricta intimidad. Afecta a cada integrante de la pareja individualmente, a la relación de pareja, a los proyectos individuales y de pareja, dinámica de familia y amigos, a lo laboral, entre otros aspectos. Esta pareja está tratando de lograr esa familia que idealizaron, fantasearon y proyectaron tiempo atrás; por lo tanto este diagnóstico, conlleva múltiples pérdidas y duelos. 

La infertilidad es una herida narcisista que induce a un deterioro de la identidad y una baja en la autoestima, sentimientos de inadecuación, dado que las creencias ampliamente difundidas en la sociedad, indican que la maternidad es la esencia femenina... el matrimonio conlleva hijos y la virilidad, concierne a la capacidad reproductiva. Todo potenciado por la presión social que puede sentir esa pareja en su búsqueda, deseos de ser padres, de que sus padres sean abuelos: todo eso influye y es generador de estrés.

Tanto las parejas que buscan concebir de forma natural, como aquellas que se someten a técnicas de reproducción asistida, todas viven una constante: un elevado nivel de ansiedad y estrés. Por eso es que la ayuda terapéutica especializada es fundamental. No solo se trata de conocer los procesos psicológicos implicados, sino comprender cómo funciona el sistema hormonal, la reproducción humana, la legislación reproductiva actual y otros aspectos sociales, biológicos y culturales que intervienen, para  poder canalizar miedos, desterrar mitos, acompañar, apoyar en los momentos cruciales como ser el diagnóstico, la elección del tratamiento a realizarse y el desenlace: el tener un hijo supone un cambio en la vida de los padres, que hay que integrar con éxito y al que hay que adaptarse. No poder tener hijos de manera natural, es una herida contra nuestras expectativas y nuestra autoestima. 

Por eso es muy importante la alianza terapéutica que se realice con el profesional elegido, la derivación a psicólogos especializados en reproducción y aplicación de técnicas para reducir el estrés (como puede ser la utilización de herramientas aportadas por Mindfulness, para que el camino que realice esta pareja pueda ser transitado con mayor serenidad, apoyo y acompañamiento posible). Esto ayuda y favorece los tratamientos a realizarse, al bajar los niveles de ansiedad, estrés y angustia.


Lic. Yannina Otero
Lic. en Psicología y Sexóloga Clínica
Abordaje terapéutico a parejas con infertilidad y trastornos de coagulación
Mail: lic.yanninaotero@gmail.com
Teléfono: 09 892 6261  - 2 406 7241


Este artículo tiene como finalidad ser informativo. Comuna Mujer no proporciona consejos médicos, ni recomendamos productos o servicios de atención de salud. Ante cualquier duda consulta a su médico.

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