"Al que la dice verdaderamente, le tiembla el alma. Algo se concentra en ella y crece como una ola que lo arrastra. Tal vez él (o ella, N. del E.) se opone por miedo a la altura y a la orilla a la que le catapulta.
Quizás tiemblan también los otros, aquellos a quienes va dirigida la frase. Intuyen lo que transformará en ellos y el hecho de que les puede crear una obligación y determinar su vida para siempre.
Existe también el miedo a sostener esta frase, a poder asumirla en toda su envergadura y abrirnos a ella, independientemente de que la digamos nosotros mismos o nos la digan.
Sin embargo, no hay frase más bella, ninguna otra frase que nos conmueva más hondamente y nos una tan íntimamente con otro ser humano.
Es una frase humilde. Nos hace pequeños y grandes a la vez. Nos hace profundamente humanos".
¿Qué dicen?... ¿les gustó? Algunas cosas dan para pensar, ¿no es cierto? O mejor aún... ¿sentir?
Bueno, por aquí me despido por el momento. Les dejo mis saludos.
❤