Sepan que existen otras
redes de apoyo tan importantes o más, que la figura de ese padre ausente. Piensen que tal vez
es mejor una figura ausente, que una mala figura presente. Volviendo al tema, busquen ustedes mismas sus propias redes de apoyo. Como les dije más arriba:
reconozcan que necesitan colaboración.
Su mamá puede ser quien las acompañe, les hable y les dé la mano una tarde, imaginando cómo va a ser la llegada del nuevo integrante, sabiendo que toda su existencia y la de quienes las rodean, están por cambiar. A veces hay una
hermana, un hermano,
cuñadas, amigas o las mismas personas que por primera vez ven
en la sala de espera, cuando se comparte preguntas como: “¿de cuántas semanas estás?”.
Si miran su alrededor, verán que no son las únicas mamás solas.
¡Dejen de sentir pena por ustedes mismas! Acepten ayuda... no sólo para que las acompañen a hacerse los controles, los que son muy importantes en el transcurso del embarazo, sino también en sus vidas cotidianas. Puede que necesiten que les busquen o lleven otros chicos a la escuela o que les dejen una comida preparada.
Acepten la ayuda... es SU momento.
Estén
acompañadas, además de su panza, de otras mamás, amigas, familia; hablen, disfruten desde ahora imaginando preparando la cuna, la ropita... ¡tantas cosas lindas!
Luego que nace el bebé, algunas mamás fantasean con distintas cosas referidas a sus parejas o ex parejas. Pero cuanto antes bajen a la realidad, más fácil podrán adaptarse a ella.
¿A qué me refiero con "fantasías"? Por ejemplo, que el papá vuelva con ustedes, por el hijo que tuvieron.
Una
pareja que está mal, no podrá ser unida por un hijo; como jamás una
pareja que esté bien, será separada por éste. La que está en pareja y que sabía que a su marido no le gustaba quedarase en la casa, menos lo hará ahora con tanto ruido, llanto, mamas inflamadas de leche, etc.
¿Es esta una razón válida que le impida el goce de tener un hijo? NO. ¡No se engañen! Ustedes sabían que él no las iba a ayudar: nuca lo hizo y no lo va a hacer ahora... no culpen a ese niño, sino a sus malas elecciones y a la fantasía de poder cambiar a alguien.
Dejen de mirar si su pareja está o no está: miren a su HIJO, generen un buen apego, amor y recibirán AMOR.
Viviana VaisenbergTerapeuta del Comportamiento
Consultorio: 2.710.25.01
Web:
www.terapiaonline.com.uy