Desde que Palermo es Palermo y la gastronomía explotó llevándolo, por momentos, a un punto de saturación, comenzaron a crecer los barrios aledaños al principal polo gastronómico porteño. Almagro, Colegiales y Villa Crespo, por caso, levantaron vuelo propio con propuestas interesantes y atractivas.
Allí encontraron su lugar cocineros que ofrecieron platos de autor (iLatina, Astor) y restaurantes étnicos y casuales, como Malvón, o La Crespo, por mencionar dos. Pero no solo en los alrededores de Soho y Hollywood florecen restaurantes originales.
Veamos lo que ocurre en Núñez, en la frontera norte de la ciudad: allí, sin amontonar locales y preservando la calma en sus calles, el barrio recibe cada día más comensales, tanto de la zona como de otros puntos de Buenos Aires y del conurbano. ¿Las posibles causas de su alza gastronómica de la zona? Nuevas y modernas construcciones y el creciente número de empresas que mudan sus oficinas a las cercanías de Avenida del Libertador.
Tal vez hablar de un “boom” sea apresurado, pero la zona ya recibió su sobrenombre y ahora muchos hablan de “salir por el BaNu”, en referencia a un supuesto “Bajo Núñez”.
Más allá de las definiciones, los siguientes son siete lugares que resumen el crecimiento de un polo en plena expansión, sin precios exorbitantes y, fundamentalmente, con cartas que atraen.