«Está demostrado aerodinámicamente, que es imposible que el abejorro pueda volar... por su tamaño, peso y cuerpo… pero él no lo sabe.»
Se dice que esta frase está escrita en las instalaciones de la NASA. Según las teorías de la aerodinámica, el abejorro no debería volar.
Tiene un tamaño y un peso (en relación a la envergadura y movimientos por segundo de sus alas), que es científicamente imposible que pueda despegar del suelo y menos aún, mantenerse en el aire. Pero ahí está el abejorro: ajeno a todas estas leyes de la física, emprendiendo el vuelo cada día.
¿Quién ha dicho que no podemos conseguir lo que nos propongamos? Posiblemente sólo necesitemos desoír los «no puedes», creer en nosotros mismos y ¡a volar!
Cuando te encuentres con desánimo, sin fuerzas para seguir adelante, recuerda al abejorro y ten la certeza que lo único imposible es aquello que no se intenta. Las grandes cosas llevan tiempo... no permitas que nada ni nadie te desanime a lograr tus propósitos... confía, cree en ti y en tu gran fortaleza...
No se sabe con seguridad, qué tiene de cierto esta historia, pero es una motivadora reflexión para empezar el día, ¿no les parece?
Vamos por nuestros objetivos... a batir las alas y ¡a volar!
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