La
explotación sexual comercial según la Unicef, abarca la utilización de
niños, niñas o adolescentes en actividades sexuales, eróticas o pornográficas, para la satisfacción de los intereses o deseo de una persona (o grupo de personas),
a cambio de un pago o promesa de pago económico, o de cualquier tipo, ya sea para el niño o para una tercera persona. Esta es una violación fundamental de los derechos del niño, ya que el mismo, es tratado como un objeto sexual y comercial.
Es fundamental para comprender las múltiples dimisiones que abarca, reconocer que la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes,
constituye una forma de coerción y violencia contra los mismos... es equivalente al trabajo forzoso y ha sido considerada como una forma contemporánea de esclavitud, según el Primer Congreso Mundial contra la Explotación, que se realizó en Estocolmo en el año 1996.
Desde la psicología, sabemos que las actividades sexuales no solo se remiten al coito... por eso es interesante ver que los instrumentos internacionales, incluyen cualquier otra forma de contacto sexual o actividad erótica, que implique algún tipo de acercamiento físico-sexual entre la víctima y el explotador.
La pornografía infantil, el turismo sexual, la trata de personas, mueve millones de dólares anualmente en todo el mundo. Este último punto, es un problema que en Uruguay todavía no ha cobrado suficiente visibilidad; o sea, que no es identificado como un problema social. Para la comunidad en general, esta temática es tomada como un problema de otros y solo recientemente, ha sido incorporada como línea de acción en políticas públicas.
Año tras año, las denuncias de Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes, crecen de manera implacable según el Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial de la Niñez y la Adolescencia (CONAPEES). Las cifras recabadas, nos demuestran que
la industria del sexo, cosifica a los niños/as de todas las formas... porque no solo cuestan menos que los adultos, sino que las ganancias obtenidas son mayores.
Conceptualmente,
la utilización de niños/as en actividades sexuales, es un ejercicio de abuso de poder; por ende, la persona abusada se encuentra en una clara desigualdad, en la cual confluyen factores de baja edad, menor fuerza física, etc... en definitiva: menor poder, usando al niño/a para satisfacer su propio estímulo o sexualidad.
Es en la explotación sexual comercial, donde el patriarcado lleva al límite los imperativos impuestos por la sociedad de consumo y es allí, donde se hace evidente la condición de mercancía de los cuerpos.
El poder lograr que en nuestro país se visibilice esta problemática, es un trabajo arduo y duro... pero hay muchas personas y organizaciones luchando contra este tipo de vulneración.
Si sabes de algún caso, denuncia al 08005050 (Uruguay)... estarás cambiando la vida de un niño/a para siempre. Lic. Ps. Javier J. ManginiTerapeuta Psicoanalista
Teléfono: 099-843-381
Web: http://javiermangini.wix.com/psicologiaMail: javiermangini@hotmail.com
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