Vivimos en una sociedad machista, que habilita al hombre a ser infiel más de lo que habilita a la mujer. A la mujer se la tacha de “ligera” (por utilizar un término amble) y al hombre se lo justifica, porque es hombre.
Prestemos atención cómo a los niños les fomentamos los encuentros con otras niñas: “¿Cuántas novias tienes?” Desde chicos, se prioriza la cantidad y se da a entender que se puede tener más de una novia a la vez. Después de eso, siguen preguntas del estilo: “¿Le diste un beso?”. Estas preguntas no se les hacen a las niñas. A lo sumo, se les pregunta: “¿Tienes novio?” (aquí la cantidad que se habilita es UNO... más de uno, sería mal visto).
Antes de seguir ahondando sobre la infidelidad, me surge una duda: ¿qué pasa, si encuentran al marido, novio, pareja, frente a la computadora masturbándose con otra mujer online y al ser éste descubierto, les dice que no es un engaño... que la mujer vive en otro país y que jamás tendrá un encuentro carnal? ¿Esto es un engaño?
Dentro de las causas más comunes está la rutina: se pierde la novedad, el acto se hace siempre de la misma manera... otras veces, para cumplir y esto lleva al hombre a buscar afuera, lo que supuestamente no encuentra en su casa. Luego, utiliza esto mismo a la hora de ser descubierto para culpar a su mujer, cuando cada uno es responsable de su comportamiento. Así que, mujeres, ¡no asuman esa culpa! El hombre debe hacerse responsable. Las infidelidades se pueden conversar y perdonar... depende de cada pareja.
En la etapa de enamoramiento, el ser fiel es completamente natural, ya que solo se piensa en la persona amada. Luego, es una decisión donde la persona valora otras cosas, que el estar en pareja le brinda; y por tanto, cuidan esa sociedad que han formado. Claro que pueden ver a otra mujer y sentirse atraídos, pero cuidan y priorizan a su pareja.
Muchos hombres que engañan son inseguros de sí mismos, ya sea porque se sienten inferiores a su pareja y de repente, aparece una mujer que los trata como si fueran únicos, los hacen sentir deseados y ese es su momento de alegría, el cual viven con mucho estrés de ser descubiertos.
Algunos hombres envejecen junto con sus mujeres, pero les atraen las chicas menores.
Algunos las engañan como una forma de coleccionar trofeos: cuantas más, mejor. Se sienten más “machos”: su valía está puesta en la cantidad de conquistas que puedan lograr.
Algunos simplemente no saben decir “no” y ceden para no ser vistos como poco hombres.
Otros, simplemente quieren y aman a su familia, pero su mujer ya no los atrae; entonces, se satisfacen sexualmente fuera de la casa y luego, vuelven a la tranquilidad de la familia. Estos no dejan a su pareja por la amante.
Muchas mujeres saben que su pareja les es infiel, pero lo toleran ya que saben que, al generarle culpa al hombre, serán compensadas con algo material. Sin embargo, hay otras mujeres más independientes, que viven esto como algo imperdonable y al enterarse del engaño, se termina la relación.
Generalmente todas las infidelidades en algún momento, salen a la luz. A veces es una forma de avisar al otro, que no se está bien y otras, es la excusa perfecta para terminar.
Ya hemos visto muchas de las probables causas de la infidelidad. Ahora me encantaría que los varones que estén leyendo esta nota, nos cuenten por qué les han sido infieles a sus parejas. ¡Gracias!
Viviana Vaisenberg
Couching-Counselling
Terapeuta del Comportamiento
Mail: herramientasparalafelicidad@gmail.com