En la entrega de junio, hablamos sobre una de las principales causas por las que las personas pierden peso y vuelven a rebotar: el miedo al éxito. Hoy nos centraremos en la segunda causa: la mentalidad de dieta o de restricción.
Cuando las personas “se ponen a dieta”, tienden a hacerlo utilizando su fuerza de voluntad... y la fuerza de voluntad implica tensión. La vivencia es que precisan estar “alertas”... allí radica el problema: hacer fuerza hasta agotarse.
Cuando usas la fuerza de voluntad te impones, te obligas y probablemente te juzgas, cuando “te sales” de la dieta. La mentalidad de dieta es una mentalidad de restricción, de fuerza de voluntad temporal hasta que se acabe la dieta. Es una mentalidad que evoca privación, algo que a los seres humanos nos provoca mucha ansiedad.
La mentalidad de restricción se basa en tres premisas:
- no puedes comer lo que deseas
- no puedes comer cuanto deseas
- no puedes comer en el momento en que deseas.
¿Qué ocurre cuando te riges bajo estas “reglas”? La sensación de falta de libertad.
Hoy te propongo cultivar otras creencias (porque las tres premisas anteriores, no son otra cosa que creencias y toda creencia se puede cambiar):
- puedes comer lo que deseas
- puedes comer cuanto deseas
- puedes comer en el momento que deseas.
Pero… lo opuesto a la restricción no es el descontrol. ¿Por qué?
Porque el descontrol se vive con tanta falta de libertad, como la restricción. En ninguno de los dos extremos somos capaces de elegir.
Cuando te restringes te auto-apresas. Y cuando comes más de lo que deseas, eres presa de los impulsos.
Lo opuesto a la restricción, es la elección... en otras palabras, tomar conciencia de que puedes ELEGIR y la elección saludable es la elección presente, con respiración calma, con mentalidad de abundancia.
Si puedes comer lo que deseas, cuanto deseas y en el momento que deseas, ¿cuál es la necesidad de excederte?
Si recuerdas que toda la comida del mundo está disponible siempre, puedes
planificar el
momento adecuado para comerla, la
porción adecuada, la
frecuencia adecuada para ti… recuerda que no estás obligada a nada, que tienes la libertad de elegir…
Aporte de Lic. Violeta Guber
Psicóloga y Coach Emocional