Hoy es el primer día de una nueva vida… siempre tenemos la oportunidad de elegir un nuevo camino y estamos partiendo un nuevo mes y también revisando el año, para decir adiós a todo aquello que deseamos dejar partir. Hoy es un muy buen momento para volver a comenzar aquello que cada uno desee y desde esta intencionalidad, deseo partir mi pancito para el alma de hoy, donde finalmente hemos llegado a la última y la cuarta de las “cuatro leyes de la espiritualidad”; la cual si bien parece simple, no siempre es simple el practicarlo, esta dice: "Cuando algo termina, termina".
Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.
Como dice Marc Anthony: "Voy a vivir el momento, para entender el destino.Voy a escuchar el silencio, para encontrar el camino."
Y desde mi mirada, una de las lecciones de estas cuatro leyes es esto: "vivir el momento, vivir el aquí y el ahora."
Así de simple: no hay que darle muchas vueltas, ni buscarle la “quinta pata al gato”… borrón y ¡cuenta nueva! Hay que avanzar de la manera que la vida nos pone en el camino. No podemos andar mirando para atrás, "mira para adelante y avanza, aunque te cueste y duela, no vuelvas a mirar para atrás, ya que quizás te puedes convertir en una estatua de sal."
A veces los seres humanos tenemos tendencia a sentirnos anclados al pasado. Ante la pérdida, muchas veces, nos quedamos estancados anhelando, lamentándonos por la ausencia de lo que ya no tenemos, nos hacemos torturas emocionales recordando y re-viviendo un tiempo que ya no existe, ni existirá nunca más. Si bien la melancolía y nostalgia son emociones normales y adecuadas frente a una perdida, se convierten en un peso que nos estancan y nos encadenan cuando se prolongan en el tiempo, sin motivo.
El único tiempo que existe es este, por eso hay que vivir la vida en el Aquí y Ahora y para adelante, nunca para atrás. Si bien es necesario y sano el darse un período de luto o duelo por las pérdidas como una relación, un trabajo, una amistad, un ser querido… en general las despedidas siempre son dolorosas, pero no puedes permitir que acaben contigo, con tu ilusión, con tu alegría, con tus ganas y tu capacidad de mirar hacia adelante. Como dice una frase muy sabia: “no podemos avanzar y escribir el próximo capítulo de nuestra vida, si seguimos leyendo el anterior.”
Siempre las relaciones y las experiencias nos dejan algo bueno… piensa en lo bueno, en lo que aprendiste de esa experiencia. No te lamentes por lo que ya no tienes… agradece lo que te dejó, lo que tenías que vivir, lo que creciste gracias a la vivencia y ahora hay mucho más esperándote a la vuelta de la esquina: no podemos ver hacia adelante, si miramos hacia atrás… ¡así de simple! Por lo cual, nuevamente es un tema de elección, de elegir vivir en el presente y proyectar el futuro… porque tan pronto como te levantes y te decidas a volver a caminar, podrás ver que el sol sigue brillando y que a veces, más fuerte de lo que brillaba antes.
Hoy te puedo contar que después de haber vivido muchos lutos en mi vida, he aprendido que la vida es un viaje lleno de lecciones y que el camino no merecería la pena, si no nos brindara la posibilidad de aprender. Entonces, elige en cada instante el sonreír, agradecer y abrazar la vida.
Te deseo un feliz fin de ciclos, donde deseo de corazón que cada paso que des, sea mirando hacia adelante… que mires nítidamente dónde diriges tu flecha… que para poder avanzar en la vida, hay que ir hacia adelante y nunca volver hacia atrás.
María Jesús Martínez Bórquez
Psicóloga, Facilitadora de Ceremonias y Talleres.
Coach Ontológica. Terapeuta Floral.
Astróloga. Sahumadora.
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