Se dice que para ser felices se necesitan tres cosas: algo que hacer, alguien a quien amar y algo en lo que creer.
¡Siempre hay algo que hacer!… o esa es una frase que decimos muy a menudo todas las madres, ¿no?
Siempre podemos encontrar algo en lo que invertir nuestro tiempo, ya sea algún entretenimiento, un trabajo, un paseo, leer, disfrutar de la naturaleza… ¡nunca faltan cosas por hacer!
Siempre hay alguien a quien amar. Amar en sus distintas formas... amar a una pareja, a tu familia, a un amigo, a una persona que necesita ayuda… siempre podemos dar nuestro amor a alguien y al ser infinito, se lo podemos dar a tantísimas personas…
El problema podemos encontrarlo en hallar algo en lo que creer: cuando éramos niños, todo era posible... ¡creíamos en todo! Pero a medida que nos vamos haciendo adultos, vamos rompiendo muchos sueños, sintiéndonos decepcionados y dejando de creer en muchas cosas. Luego vemos a alguien feliz y pensamos: «¡qué suerte tiene esa persona... qué feliz es!…».
Pero probablemente su vida no sea mejor que la tuya. La diferencia puede que se encuentre en que esa persona sigue mirando la vida con sus ojos de niño.
Nunca es tarde para recuperar nuestra forma de ver la vida que teníamos cuando éramos niños. Es muy sano y bonito creer... y quizás, sólo nos falte esa pieza para ser felices... algo en lo que creer…
Seguro que si nos paramos a pensar, no nos es tan difícil encontrarlo cerca de nosotros…
¿Probamos? Hoy puede ser un día estupendo para ENCONTRAR ALGO EN LO QUE CREER.
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Yo elijo creer en mí, en mi valor personal... y tú, ¿en qué eliges creer? Déjanos un comentario.