Pueden formar parte de un chequeo de rutina, dependiendo del sexo y la edad.
1. Densitometría ósea: permite analizar la densidad mineral de los huesos para prevenir la osteoporosis. Aunque suele ser más pedido en las mujeres (especialmente a partir de la menopausia), la notable incidencia de osteoporosis entre la población masculina extendió su uso a ambos sexos.
2. Presión arterial: mantener la presión dentro del rango normal (120-80) reduce el riesgo de problemas cardíacos. Por esta razón, en un examen de rutina se evalúa su nivel y esta medición forma parte de un control más periódico en las personas hipertensas.
3. Radiografía de Tórax: las imágenes detalladas de los pulmones descartan o confirman cuadros como cáncer pulmonar, enfisema o neumonías. Suelen ser indicadas en fumadores.
4. Colonoscopía: permite detectar pequeñas lesiones en el intestino (pólipos) antes de que se transformen en tumores malignos. Se indica en quienes tienen antecedentes familiares de cáncer colonrrectal o como parte de un examen más profundo si presentan síntomas como sangrado, por ejemplo.
5. Electrocardiograma: se trata del registro de la actividad eléctrica del corazón, útil para detectar infartos y arritmias.
6. Ergometría: actividad (en cinta o en bicicleta) que mide la capacidad de irrigación de las arterias coronarias
Sólo para ellos
7. Tacto rectal: permite identificar alteraciones en el tamaño y la consistencia de la próstata.
Sólo para ellas
8. Mamografía: permite la identificación de tumores mamarios en sus fases iniciales.
9. Papanicolau y Colposcopía: exámenes ginecológicos imprescindibles para detectar la presencia de infecciones y/o lesiones precancerosas del útero.
10. Ecografía transvaginal: muestra imágenes minuciosas del útero y los ovarios. Ayuda a prevenir y detectar precozmente el cáncer.
lilian navarro 26-11-2009
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