Esferas
Al parecer en un principio, San Bonifacio (debajo encontrarán la historia más extendida), adornó el árbol con manzanas, representando con ellas, las tentaciones.
Hoy día, se acostumbra a colocar bolas o esferas, que simbolizan los dones de Dios a los hombres (sabiduría, entendimiento, ciencia, consejo, piedad, fortaleza, temor a Dios).
A las oraciones que se realizan durante el Adviento (tiempo de preparación para el nacimiento de Cristo), se les atribuye un color determinado, que simbolizan:
• azul: oraciones de reconciliación
• plateado: oraciones de agradecimiento
• dorado: oraciones de alabanza
• rojo: oraciones de petición
Estos colores, junto con el verde del árbol mismo, tal vez sean los más tradicionales para los adornos navideños.
Estrella
Colocada generalmente en la punta del árbol, representa la fe que debe guiar la vida del cristiano, recordando a la estrella de Belén.
Dicen que sus Majestades los Reyes de Oriente, llegaron hasta Belén gracias a una estrella que les anunció la llegada del niño Jesús y los condujo hasta el pesebre. Es por ello, por lo que las estrellas simbolizan además, la luz y la esperanza.
Pueden tener formas y colores muy diversos, pero su significado no cambia.
Lazos
Siempre se ha pensado, que los lazos representan la unión de las familias y personas queridas, alrededor de dones que se desean dar y recibir.
Luces
Fueron sustituyendo a las velas (aunque igual se utilizan) y representan la luz de Cristo; capaz de iluminar nuevas esperanzas e ilusiones de paz.
Campanas
Las campanas representan la alegría del nacimiento del niño Jesús y de la llegada de la Navidad.
Al sonar las campanas navideñas de las catedrales y las iglesias, se indica para los cristianos el momento del culto y la oración; siendo un llamado a la meditación y la reflexión.
Angeles
Los ángeles, mensajeros entre el cielo y la tierra, son el símbolo del amor, la bondad y la misericordia.
El ángel Gabriel, fue el encargado de anunciar a María que iba a dar a luz al hijo de Dios.
En la Navidad, se le recuerda y se le rinde homenaje en el Arbol de Navidad o colocándolo en el Nacimiento (pesebre).
Flor de Navidad (Euphorbia Pulcherrima)
La Flor de Navidad, es originaria de las regiones tropicales de México.
Tiene grandes brácteas rojas (especie de "pétalos" que rodean a las diminutas flores), que recuerdan una estrella.
Fue dada a conocer al resto del mundo durante la época colonial, en la cual se adornaban las iglesias con ellas, durante las fiestas navideñas.
Botitas, medias o calcetines
La leyenda dice que Papá Noel vió muy triste a un campesino en su humilde hogar y le tiró por su chimenea, una reluciente monedita de oro y ésta cayó en su media roja, que estaba colgada cerca del fogón.
Por ello, dejamos nuestras botitas con la esperanza que Papá Noel deje caer alguna monedita dentro de alguna de ellas.
Otros símbolos
Las manzanas rojas, simbolizan la abundancia y los bastones navideños, recuerdan una época donde los símbolos que representaban la fe cristiana, eran prohibidos. La vara del Pastor Jesús era un bastón, que invertido, mostraba la primer letra de su nombre “J”; de esa forma, se demostraba la fe aún en tiempo de anti-cristianismo.
El acebo, representa la suerte y los regalos, la llegada de los Reyes Magos.
Las piñas, representan la inmortalidad y son un signo de esperanza en el futuro.
Coronas
Las coronas navideñas son signo de dignidad y poder. Acostumbran a ponerse en la entrada de la casa, para mostrar la dignidad de la familia que la habita.
Pero la corona que procede del Norte, tiene además, raíces simbólicas universales: la luz como salvación, el verde como vida, forma redonda como eternidad.
Simbolismos que se vieron muy coherentes con el misterio de la Navidad cristiana y que pasaron fácilmente a los países del sur.
Muérdago
Los druidas (sacerdotes y magos celtas), consideraban el muérdago una planta mágica, un remedio universal: servía para protegerse (de los rayos, de la maldad, de la enfermedades), como ayuda para que las mujeres quedaran embarazadas... incluso, la usaban hasta para hacerse invisibles.
Pero, si se ingerían grandes cantidades de esta planta, el resultado podía llegar a ser letal.
Por ello, se convirtió en un objeto de profunda veneración para los galos.
En Italia es la planta del amor. Y ésa es la creencia que ha llegado hasta nuestros días. Dicen que trae buena suerte y mucho amor, colocar una ramita de la planta en la puerta principal de los edificios o las casas.
Según la leyenda, en época de Navidad, si te encuentras debajo de un muérdago, deberás darle un beso a la persona amada para que corras con mucha suerte y amor eterno.
El sentido cristiano del Arbol de Navidad
Muchas de las leyendas y antiguas tradiciones que hacen referencia al árbol de Navidad, se remontan a tiempos muy antiguos; pero la documentación histórica acerca del Arbol tal y como lo conocemos y decoramos hoy en día, sólo apareció en los últimos siglos.
El Arbol de Navidad, recuerda al Arbol del Paraíso de cuyos frutos comieron Adán y Eva y de donde vino el pecado original; y por lo tanto, recuerda a Jesucristo que ha venido a ser el Mesías prometido para la reconciliación. Pero también representa el Arbol de la Vida o la Vida Eterna, por ser de hoja perenne.
La forma triangular del árbol (por ser generalmente una conífera), simboliza a la Santísima Trinidad.
El obispo San Bonifacio del siglo VIII
Una interesante tradición popular (parte historia y parte, leyenda) en Alemania, afirma que el Arbol de Navidad se remonta al siglo VIII.
San Bonifacio (675-754), era un obispo inglés que marchó a la Germania en el siglo VIII (concretamente a Hesse), para predicar la fe cristiana. Después de un duro período de predicación del Evangelio, aparentemente con cierto éxito, Bonifacio fue a Roma para entrevistarse con el papa Gregorio II (715-731).
A su regreso a Alemania, en la Navidad del año 723, se sintió profundamente dolido, al comprobar que los alemanes habían vuelto a su antigua idolatría y se preparaban para celebrar el solsticio de invierno, sacrificando a un hombre joven en el sagrado Roble de Odín. Encendido por una ira santa, como Moisés ante el becerro de oro, el obispo Bonifacio tomó un hacha y se atrevió a cortar el roble sagrado. Hasta aquí lo que está documentado históricamente.
El resto pertenece a la leyenda que cuenta cómo, en el primer golpe del hacha, una fuerte ráfaga de viento derribó al instante el árbol.
El pueblo sorprendido, reconoció con temor la mano de Dios en este evento y preguntó humildemente a Bonifacio cómo debían celebrar la Navidad.
El Obispo, continúa la leyenda, se fijó en un pequeño abeto que milagrosamente había permanecido intacto junto a los restos y ramas rotas del roble caído. Lo vió como símbolo perenne, del amor perenne de Dios y lo adornó con manzanas (que simbolizaban las tentaciones) y velas (que representan la luz de Cristo, que viene a iluminar el mundo).
Como estaba familiarizado con la costumbre popular de colocar en las casas una planta de hoja perenne en invierno, pidió a todos que llevaran a casa un abeto. Este árbol representa la paz y por permanecer verde, simboliza también la inmortalidad. Con su cima (apuntando hacia arriba), se indica, además, el cielo: la morada de Dios.
Teniendo el conocimiento del significado de cada adorno, cada una de ustedes podrá decorar su hogar con los que más las identifique. Que tengan todas unas Felices Fiestas...
ComunaMujer.com