Inicio Contacto Suscribirse

Seguinos en:

Home / Familia y Hogar / Los hijos y los límites

Los hijos y los límites

Los hijos y los límites
Queridas amigas, ¿cómo están? Hoy quería hablar sobre nuestros hijos, los límites, y las frustraciones...

¿Cómo aprende un niño lo que está bien y lo que está mal?
Muy fácil: aquello que es permitido por sus padres es lo que está bien y aquello que no, es lo que está mal.

¡Cuán importantes son los límites! Son estos mismos límites los que muchas veces conllevan a tener que frustrar a nuestro propio hijo en su deseo. ¡Qué difícil amar a alguien y por amor frustrarlo! Pero el amor muchas veces es decir “NO”, “¡así NO!”. No siempre es con palabras, a veces es con hechos.

Recuerden algo muy importante a la hora de poner límites. Así como prestamos atención a las conductas inadecuadas para corregirlas, hay que prestar muchísima atención a las conductas adecuadas. ¿Para qué? Para lograr que éstas se repitan, para que se incorporen a su repertorio conductual. Tengan en cuenta que premiar no es sólo comprar algo de valor. Un gran estimulante para el niño es su atención.

Dependiendo la edad, puede premiar con un beso, abrazo, una canción, si es más grande con su salida favorita, ir a andar en bici juntos o ver su película favorita juntos también. Las opciones son muchas, pero eso sólo cada una nosotras sabe que es lo más gratificante para nuestro hijo.

A la hora de poner límites lo primero es mantener la calma. Estos deben ser claros y aplicados siempre independientemente de nuestro humor. No podemos pedir a los gritos las cosas, y luego pedirles a nuestros hijos que no pidan las cosas a gritos, que esa no es la manera de hacerlo. Recuerde que los niños aprenden por imitación, somos su modelo a seguir.

Basta de tirar al piso tus juguetes...

Pongamos un ejemplo: ¿de que sirve decir 20 veces, “basta de tirar al piso tus juguetes” si a la onceava vez que se lo digo el niño ya no esta escuchando? Recuerde que el niño no se va a guiar por lo que el papá dice sino por lo que el papá hace (papá o mamá).

¿Qué hacer entonces? Seguir estos tres pasos.

1- Pedir UNA sola vez que no se haga determinada actividad. Si el niño persiste en hacerla.

2- Avisar lo que va a pasar. Por ejemplo “si tu seguís tirando tus juguetes te los voy a quitar”.

3- ¡CUMPLA! (Quítele los juguetes)

Recuerde que el comportamiento de los niños depende de las respuestas que Ud. tiene frente a sus comportamientos. Por ejemplo, si le pide algo a los gritos, o con pataletas no debe conseguirlas y si un día está cansada y cede para no tener que tolerar dicha  pataleta,  va a retroceder todo lo que ha lograda hasta ahora, ¡así que mucho cuidado!

Otras veces cuando nos damos cuenta que nuestro hijo lo único que desea es llamar nuestra atención, pero lo hace de mala manera, por ejemplo a los gritos, podemos tratar de extinguir esa conducta no respondiendo a la misma o como diríamos “hacemos oídos sordos”. Vale aclarar que no todos pueden sostener esta postura. 

Cada una elegirá lo que le parezca mejor.

A tener en cuenta:

A- Cuando su hijo haga algo que le molesta, que Ud. entiende que es una conducta inadecuada, pregúntese que es lo que su hijo quiere lograr con esa conducta. Ya sea un objeto, atención, cariño etc. Entonces Ud, hará todo lo que pueda para que No consiga su objetivo.(siguiendo alguno de los dos caminos dichos anteriormente).

B- Cuando su hijo tenga una conducta adecuada, piense que es lo que desea obtener,  que es lo que pretende conseguir con esa conducta, si quiere atención, cariño, agradarnos o QUÈ? Si esta dentro de sus posibilidades haga lo posible para que consiga lo que quiere (dentro de lo que está nuestro alcance).

Dicen que no hay recetas, pero por suerte hay caminos que otros han probado y que en este momento estamos compartiendo con Uds., por el bien de nuestros hijos, hasta la próxima.
     
                                            
Viviana Vaisenberg
Terapeuta del Comportamiento.
Celular:  099.380.379

Contenido relacionado

Familia y Hogar

Deseo Tener un Hijo

Luego de años de espera, de tratamientos infructuosos, y de muchas lágrimas, al salir de uno de los tantos exámenes el marido le pregunta: “tu quieres ser madre o quieres parirlo?” Creo que es una de las frases más encantadoras que he escuchado.

Agregar un comentario