Existen dos tipos de mentiras básicas:
- ocultación: se omiten elementos importantes, se suprime la verdad a través de silencios, descripciones imprecisas, evadiendo preguntas, etc. Es el tipo de mentira más frecuente y más difícil de demostrar.
- falsificación: se trata de engañar dando información falsa. Se requiere buena memoria y un gran esfuerzo mental.
¿Cómo detectar la mentira?
Las señales que se emiten cuando se miente, tanto a nivel verbal como no verbal (mirada, postura, tono de la voz), son difíciles de interpretar. A la hora de darnos cuenta si una persona nos está mintiendo, primero tendremos que conocerla lo suficiente para saber cómo se comporta en determinadas situaciones y en el comparativo entre comportamientos, es cuando podremos detectar si hay engaño (aunque también en este caso, el mentiroso sabe qué tiene decir y cómo, para que sus palabras sean creíbles).
En el acto de mentir, podemos detectar que nos están mintiendo, pero no podemos precisar en qué parte concreta lo está haciendo. Hay indicios verbales y no verbales que nos pueden indicar que estamos siendo objeto de un engaño… que no haya indicios, no quiere decir que no nos estén engañando.
Algunos indicadores de la mentira:
1. verbales : contradicciones, olvidos, inconsistencias, lentitud en el lenguaje (silencios, expresiones como: “ummm”, “ah”, “bueno”), respuestas absurdas o retorcidas, pocos detalles (o lo contrario: circunloquios, dar más información de la pedida), evasivas, negación.
El estilo comunicativo del mentiroso es:
- usar más adjetivos, adverbios y verbos en subjuntivo
- presentar menos precisión de los hechos y utilizar menos el pretérito indefinido (expresar una acción pasada, acabada y lejana en el tiempo)
- observar más repeticiones y errores en el lenguaje
- emplear poco la primera persona del singular (yo) y menos, información personal
- usar palabras asociadas a emociones negativas (miedo, ira, culpa)
2. indicios fisiológicos: se detectan a través de instrumentos, como el polígrafo (presión arterial, frecuencia respiratoria, actividad eléctrica de la piel). A nivel perceptivo, se puede observar que se enrojece y le transpiran las manos (incluso, pueden llegar a que les tiemblen).
3. comunicación no verbal: aproximadamente el 65% de la comunicación, es no verbal. La mentira se detecta a través de ella (no es fiable aislar un solo gesto, la mentira se compone de distintos gestos) cuando:
- está prácticamente inmóvil, utiliza menos gestos
- suele aparecer nerviosismo, a través de tics como: tocarse la nariz (“efecto Pinocho”), ajustarse las gafas, taparse la boca (cuando los niños mienten, es algo típico), tocarse los ojos evitando mirar a la otra persona, aumentar el parpadeo, apretar los dientes con la boca cerrada, risa nerviosa, histérica o desproporcionada
- la voz se vuelve más aguda (la ausencia de cambios no es signo de veracidad)
- los gestos de las manos no son tan espontáneos… son más rígidos; no se muestran las palmas
- se observa un menor movimiento de pies y piernas
- presenta defensa extrema
- cambia bruscamente la mirada (justo después de responder)
- el cuerpo se aleja de la persona que pregunta
- mira a la izquierda y hacia abajo
A la hora de mentir surge desgaste emocional, pero cualquiera de nosotros, ha utilizado la mentira en mayor o en menor grado. No podemos obviar que vivimos en un mundo plagado de mentiras (véase: política, televisión, prensa, etc.).
Hay que tener en cuenta que hay diferencias individuales entre las personas, en cuanto a la expresión emocional. Por lo que también, debemos ser cuidadosos en nuestros juicios, ya que hay personas que a pesar que están diciendo la verdad, se ponen nerviosas cuando perciben que los otros no les están creyendo.
Sahira Rivera Droguett – Psicóloga
Santiago de Chile