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Mi hijo al psicólogo… ¡Y YO TAMBIÉN!

Mi hijo al psicólogo… ¡Y YO TAMBIÉN!
Reiterados dolores de barriga, broncoespasmos, insultos, pataletas descontroladas, pesimismo, exaltación del humor, comer en exceso o no comer, pueden ser elementos a tomar en cuenta para pensar que nuestro niño está sufriendo, que está deprimido.

Nos guste o no, los niños, al igual que los adultos, se deprimen ya sea por la carga genética que traen, o por un entorno desfavorable, o por una situación determinada.

Que hay muchos niños que no lo necesitan, es cierto. Pero hay otros que si, y lo mejor que podemos hacer es pre-ocuparnos del tema.

Antes que nada, le pido que al leer esta nota, no se culpe. No estamos buscando un culpable. Si su hijo está mal, no es por una sola variable; sino que generalmente se debe a varias, que conllevan a que su hijo “no esté contento”. Esto es algo muy doloroso para cualquier madre/padre.

Sin embargo, el hecho de que usted esté leyendo esta nota, implica que está buscando el camino para revertir la situación y que además, sabe que se puede. ¿Fácilmente? No, no lo creo. Será un trabajo arduo y de colaboración.

Hay que empezar por entender a ese hijo desde el corazón. ¿Qué quiero decir con esto? Hay una tendencia, donde los padres se centran en que su hijo incorpore determinado comportamiento o actitud, pero muchas veces se olvidan de entender cómo se siente ese hijo y cómo se están sintiendo ellos mismos.

Son nuestros pensamientos los que nos llevaban a sentir de una determinada manera. Somos nosotros mismos, quienes podemos elegir cómo pensar una determinada situación, y por ese camino, comenzaremos a modificar lo que sentimos. Y mejor aún: lo que sienten y piensan nuestros hijos sobre sí mismos. 

¿Cómo pretender que su hijo sea feliz, si usted no lo es?

Tal vez muchas de ustedes hayan leído libros o artículos acerca de cómo fortalecer la autoestima de sus hijos; por ejemplo, con mensajes positivos. ¡Bien! Pero… ¿qué sucede cuando nuestro accionar no coincide con nuestros pensamientos y por ende, toda el área afectiva se ve trastocada? Puedo decirle a mi hijo que: “es lo mejor del mundo”, pero pensar para mí: “pobrecito, haberlo traído a un mundo tan cruel”. Yo les pregunto: ¿creen que esta emoción no es sentida por su hijo?, ¿que ellos no notan la sonrisa fingida o la inexistencia de la misma?

¡Arriba! Dejemos de pensar catastróficamente al mundo como un lugar terrible; seamos responsables de nosotros mismos y así, empezaremos a ser responsables por nuestros hijos.

¿Qué quiero decir con todo esto? Que generalmente detrás de un niño deprimido, hay un padre o madre deprimido/a.

La felicito por leer todos los libros o artículos sobre niños, que han estado a su alcance... ¡claro que le han servido y que no ha sido en vano! Pero... ¿dónde quedó usted? ¿Cómo se siente? ¿Cómo pretender que su hijo sea feliz, si usted no lo es?

La felicidad de su hijo y la suya, cuando éstos son pequeños, depende en gran parte de usted. Es usted quien necesita fortalecerse y buscar lugares donde trabajar su propia depresión. O tal vez, no esté deprimida, pero no sepa cómo poner los límites de forma adecuada o no cuente con redes de apoyo, etc.

¿Cuántas de ustedes se sienten desvalidas?

Me imagino a algunas mamás diciéndose: “Suena lindo, pero… ¿cómo cambio, si yo no puedo controlar lo que pienso (y por ende, lo que siento)?”. Yo le digo que sí, que puede controlar su vida: cambiando su forma de pensar.

Esto es posible abriéndose a otras posibles conclusiones o respuestas, frente a una misma situación. Si logra cambiar la forma de ver el mundo, es decir, la forma en que lo piensa, cambiará su forma de sentir al mundo.

¿Cuántas de ustedes se sienten desvalidas? Sepan que no lo están. Sólo están en un momento difícil, como pasamos todos aquellos que somos padres; sólo que algunos lo llevan con más seguridad que otros, y esa seguridad, también se puede aprender.

La apoyo un cien por ciento que haya decido llevar a su hijo a terapia. Eso si, acepte que tal vez usted también lo necesita, ya que en la medida que se ocupe de usted, su hijo la empezará a ver, o más bien, a sentir, más contenta y él comenzará a estar más feliz, que es en definitiva lo que queremos. Se dará entonces, una retroalimentación positiva.

Se aconseja que vayan ambos padres a la psicoterapia, para que ambos “tiren para el mismo lado”, por decirlo de manera bien compresible.

Por eso aconsejo consultar sin miedo ni vergüenza, un psicólogo o un psiquiatra o si puede, ambos. Allí aprenderá a ver la "mitad del vaso lleno", en vez de ver la "mitad del vaso vacío". Se sentirá mejor al sentirse más animada, estará en mejores condiciones para lograr una puesta de límites mucho más efectiva que como lo ha venido haciendo hasta ahora. No tema pedir ayuda. En definitiva, sólo se llevará las "herramientas"; pero será usted misma quien tendrá la parte más difícil, que será ponerlas en práctica.

En la terapia, podrá aprender a re-encontrarse con cosas que la hagan feliz... podrá aprender a amar a ese hijo desde el amor y no desde el enojo. Es entendible que sienta enojo si un hijo la aleja, agrede o no hace caso; pero… ¿y si descubre que lo que necesita su hijo no es otra "palmada", sino un abrazo? Cuando se de cuenta de algo así, habrá avanzado ¡y mucho!

Si logra incorporar las herramientas para que su hijo la respete sin descontrolarse (esto es, sin gritos, golpes, insultos, etc.), esto será también un gran paso. Los golpes no generan aprendizaje sino más bronca, más resentimiento, atención negativa, pero atención al fin. Una palmada, podría ser aceptada en un momento donde hay riesgo de vida, como cruzar la calle sin mirar…. pero hay otras muchas estrategias que no ponen en juego la autoestima del niño, ni tampoco generará culpa en ustedes. Hay ámbitos donde estas herramientas pueden aprenderse.

Infórmese... si no puede pagar la asistencia privada, concurra a la pública; pero busque ayuda, para su hijo y sobre todo, ¡PARA USTED!


Viviana Vaisenberg

Terapeuta Cognitiva Comportamental
Consultorio: 2.710.25.01
Pág web: www.terapiaonline.com.uy

Comentarios (6)

Agregar un comentario

Comuna Mujer 07-07-2012

Gracias Stella, por tu mensaje. Se lo comunicaremos a Viviana.

stella martinez 06-07-2012

gracias a leo tu portero lei tu nota; te felicito porque muchas veces se nos pasan cosas, al ser madre y padre... en cuanto pueda te llamo y voy a una consulta, gracias... besos

Psic. Viviana Vaisenberg 12-04-2012

Gracias a todas por los comentarios. Recuerden que una no es solo psicóloga, es mamá también; y una misma saca estas cosas de su propia experiencia... y crezco con ellas, crece mi hijo. Se que uds., también lo harán. Con todo mi cariño... Psic. Viviana Vaisenberg

carolina 12-04-2012

Muy bueno, todos los padres deberian leer este articulo y reflexionar al respecto. Gracias.

Comuna Mujer 10-04-2012

Qué lindas tus palabras, Vera! Muchas gracias por la buena onda y por seguir todas las notas de Viviana. Un beso grande.

vera 09-04-2012

EXCELENTE!!! Soy fan de tus notas y esta es increible. Cuanta verdad en lo que dices... creo que quiza me haría muy bien a mi y por ende a mi familia ir a terapia, recibe un fuerte abrazo

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