Las parejas pasan por distintas etapas. En un principio casi todo potencia la relación, porque llevados por la atracción inicial, las parejas hacen todo tipo de cosas para agradarse.
Pero esto, con el tiempo, a veces pasa, se olvida y es común caer en rutinas, que no contribuyen a la relación de pareja.
Las parejas no vienen con seguro de permanencia incluido... hay que conquistar al otro y dejar que nos conquiste.
- Un elemento que enriquece mucho una relación, es la comunicación... que la pareja pueda expresarse libremente sobre lo que le gusta y también sobre lo que no, para poder conocerse y tener confianza en el otro.
Poder contarse sus cosas, es parte del factor “amistad” en la pareja.
- También el cariño y los gestos que lo expresan. Muchas veces se piensa solo en el sexo en la pareja, y si bien es muy importante en una relación, no alcanza para satisfacer las necesidades emocionales del otro.
Además de deseada, la otra persona necesita sentirse querida... y un gesto de ternura, una caricia, un abrazo, un mimo, hacen eso posible.
-Dedicar tiempo, energía y atención a la pareja, es el secreto para que la relación no se marchite.
Cuando hablo de no caer en rutinas, me refiero a aquellas cosas que son factibles de cambio. Una cierta dosis de rutina es necesaria para funcionar bien en la vida, pero hay otras cosas que pueden perfectamente variar.
Algunos ejemplos: no salir siempre al mismo lugar, no hacer el amor de la misma manera y/o siempre los mismos días, sorprender al otro con algún detalle inesperado cuando se vuelve a la casa (una flor, un bombón, etc.).
- Cuidar el aspecto físico, es parte de quererse a uno mismo y a su pareja. Ser prolijo, tratar de verse bien, sin convertir esto en una obsesión, es algo que muestra que nos sigue importando agradar y atraer al otro.
- Hablarse con respeto, aún estando molestos por algo... no caer en decirse groserías de las que luego, ya no se vuelve atrás con facilidad.
Los desacuerdos no tienen que traer peleas, sino oportunidades para conocerse mejor. Poder negociar las diferencias, es de los puntos que más suman en una relación.
- Disfrutar juntos las pequeñas cosas que les pasan diariamente. No permitir que las obligaciones cotidianas les roben la sonrisa.
- Decirle a tu pareja las que cosas te gustan de su persona... no dejar pasar esas cosas como ya sabidas por el otro. Siempre es lindo escuchar esos comentarios, que acercan a la pareja.
- Tener una vida propia, también es potenciador en la pareja. Cuando las parejas viven nada más que en función del otro, terminan asfixiándose.
El tener intereses propios, enriquece la relación porque pueden compartir parte de esos “mundos propios”, comentándolos con el otro, intercambiando opiniones, aportándose ideas.
- La pareja no puede ser quien colma el cien por ciento todas las necesidades afectivas de la persona; es importante que cada uno siga siendo una persona autónoma y feliz por sí misma. Tener amistades, confidentes, con quienes pasar tiempo, hablar, compartir aficiones, aprender cosas, etc., hace que no se ahoguen entre ellos, dándole aire a la relación.
Cuando se comete el error de depositar todo en el otro, se termina siendo muy dependiente de la otra persona y además, se sobrecarga al otro con la responsabilidad de ocuparse de nuestra vida y eso no es sano para la relación.
- Sin duda, así como es necesario ese “aire” en la relación, también hay decisiones que se toman solo en pareja, de mutuo acuerdo, que son parte de compartir la vida diaria y tener proyectos en común como pareja.
El compartir los momentos de felicidad y ternura, y los días que no se soportan, es parte de la realidad en una relación de pareja; pero que con un sentimiento de amor que se fue alimentando en forma segura y cotidianamente, seguramente se sorteen fácilmente.
Poner el compromiso y el sentimiento mutuo de amor por sobre todas las cosas, es lo que ayuda a no olvidar cuál es la razón por la que están juntos como pareja.
Los sexólogos dicen que las variables que necesitan las parejas para mantenerse juntas son las tres A y una P: Amistad, Atracción, Admiración y Proyecto en común.
Revisa tu relación para ver cómo están esas cuatro “patas de la silla” y si ves que alguna está floja o fallando, ¡ponte manos a la obra para solucionarla!
Ps. Silvia Cardozo
Terapeuta Cognitivo conductual
Email: ensil@adinet.com.uy