El cuidado de la salud emocional, es un aspecto fundamental para desarrollar tu nivel de resiliencia. Tú propicias tu propio bienestar psicológico a través de tu actitud. Te dejamos estos once consejos para quererte hasta el infinito.
1. Honestidad contigo misma. Tú eres la persona más importante de tu biografía, la protagonista absoluta de tu tiempo vital. Por tanto, dibuja una vida feliz a partir de la sinceridad hacia tu propia esencia.
2. Autenticidad. Eres una mujer única e irrepetible. Por tanto, pon en práctica la libertad de ser tú misma. Escucha tu voz interior.
3. Bondad. Las acciones buenas son aquellas que te ayudan a ser la mejor versión de ti misma. Pon en práctica la generosidad emocional de implicarte en la construcción de un mundo mejor, empezando por tu entorno próximo.
4. Introspección. Fomenta el hábito positivo de mirar en tu interior, bucea en tu universo afectivo. Busca tiempo y espacio para pensar en tu propia vida.
5. Placer. Cuando disfrutas de planes y actividades que te gustan, experimentas la alegría en la rutina cotidiana. Por ejemplo, cuando disfrutas de tu desayuno preferido al inicio de la jornada, comienzas el día con el optimismo de un regalo gastronómico.
6. Aceptación. Asume el reto de la superación personal, por medio de la comprensión de tus virtudes y la corrección de tus defectos. Asume tus fortalezas y debilidades desde el respeto hacia ti misma.
7. Actitud de crecimiento. Esta es la actitud que te ayuda a transformar los fracasos en lecciones de aprendizaje, a partir de la reflexión vital en torno a esos asuntos. No te quedes estancada en situaciones de dolor.
8. Evolución. La edad es un factor importante en la biografía de un ser humano, porque el tiempo aporta madurez. Por esta razón, las personas auténticas son aquellas que no viven con nostalgia el pasado, sino que aman su presente.
9. Valores. Tus valores son la referencia constante en tu vida, una brújula que te indica cuál es la opción correcta. Tus valores son un reflejo de quién eres y quién deseas llegar a ser.
10. Aprende a relativizar. Es muy posible que aquello que hoy te preocupa, tendrá un significado totalmente intrascendente dentro de siete años. Realiza este ejercicio mental de imaginar cómo será tu vida entonces. De este modo, a través de tu proyección mental hasta ese momento, puedes relativizar la situación presente.
11. Valora tus palabras. Por ejemplo, asume tus promesas. Y aprende a decir no, cuando es no. De lo contrario, puedes vivir con el peso de la frustración constante de las contradicciones.