Materiales
- Bandejas de melamina
- Sellador universal
- Muñecas de polyfon
- Lapicera sin tinta
- Papel carbónico
- Pincel filbert o lengua de gato
- Pinceleta
- Acrílicos: vainilla, magenta, siena tostado, amarillo mediano, verde otoñal.
Siempre tenemos en nuestro hogar alguna bandeja de melamina que con el tiempo se ha rayado o deslucido sus diseños... o acabado... esta vez, decidimos darles una segunda oportunidad y disfrutar nuevamente de su uso.
A continuación les cuento como transformé las mías.
1. Vamos a lavar muy bien la bandeja, luego pasamos un paño con alcohol para retirar todo resto de grasitud que pueda haber quedado.
2. Con una muñeca de polyfon y sellador universal, trabajamos toda la superficie, para crear mordiente en el sector a decorar. Dejamos secar.
3. Con otra muñeca de polyfon, vamos a dar la base de color, usando acrílicos vainilla y turquesa. La idea es que nos quede un fondo esfumado de un tono vainilla, a un tono turquesa pálido. Dejamos secar.
Tip - Cuando trabajamos con muñecas de polyfon, debemos ir dando toques muy suaves, casi sin ejercer presión, de manera tal que los colores se integren sin que ninguno de los colores predomine sobre el otro. En este caso no vamos a ver ningún sector con color vainilla puro, ni ningún sector con turquesa puro, sino que veremos diferentes tonos de turquesa, más suave o más intenso.
4. Con papel carbónico y lapicera sin tinta (esto es para mantener nuestros diseños en buen estado), transferimos el diseño, en este caso una rosa barroca.