Conocer y examinar los problemas que se acarrean de la infancia antes de entablar una relación, sería de mucha ayuda... además de estabilizar las emociones y de llevar a reflexionar sobre los sentimientos de miedo, angustia, dolor, rabia y desconfianza, que pudieron haber causado traumas.
La “privación” nos mueve a querer obtener aquello que necesitamos y la “saciedad” nos deja pasivos, sin tener que salir a buscar nada, simplemente porque no lo necesitamos. En algunas parejas, sucede que estas variables se manejan muy mal. Uno de sus miembros sacia por demás, todo el tiempo y no depriva nunca.
Es una forma de intimidación que puede funcionar temporalmente. Sin embargo, los resultados a largo plazo son nefastos para las relaciones, pues termina con la comunicación saludable y con la cercanía.
El tiempo se convierte en el gran aliado en todas las rupturas o pérdidas. Sobre todo para el desamor: el tiempo va mitigando las penas, molestias, enojos. Si bien es un proceso individual, en las separaciones se pueden reconocer cinco etapas que conducen finalmente a la aceptación y posibilitan la superación.
Los celos por temor a perder a la pareja, son los más comunes y van acompañados de una gran ansiedad y preocupación. En la medida que consumen un exceso de energía emocional, provocan hostilidad, separan a las personas y ofuscan el pensamiento... ahí es donde pasan a ser un problema.
Estos puntos, ayudan a que las parejas sepan cómo hacer para lograr un mayor entendimiento y acercamiento, ya que muchas veces no pueden darse cuenta solas, dónde radican sus problemas... justamente, por estar muy insertas en ellos.
Celebra las fechas importantes; por ejemplo, tu cumpleaños o el de tu pareja... pero celebra también un día cualquiera: porque cada día es un regalo de vida. Hoy es un buen día para decir "te amo".
Las exigencias de la vida cotidiana, han hecho que el sexo se plantee como una cuestión de eficacia y rendimiento, similar al trabajo: me lo propongo, empiezo, cumplo y termino. Un trámite, una rutina de la (supuesta) “no rutina” de tener sexo.
Antes la soltería era mal vista: como un defecto o un estado no placentero. Hoy por hoy, lejos de ese pensamiento tradicional, se ve esta opción como una más, dentro de las posibles formas de vida que las personas eligen... la eligen como parte de un crecimiento personal y profesional.