Esta dolencia se llama eccema alérgico de contacto y está producido en gran medida por un metal: el níquel. Cuando nos dan alergia las caravanas, nuestro lóbulo se inflama, pica y se forma un eritema. A veces incluso salen bolitas de pus y heridas.
Si la alergia persiste y no se trata, la comezón puede llegar a ser insoportable; la piel se sigue resecando y abriendo, se forman grietas y, en los casos más extremos, puede rasgarse el agujero.
El níquel está presente en algunos tipos de plata, como la alemana, en el oro blanco y, sobre todo en la bijou: aleaciones de latón, bronce o cobre con níquel. Otro metal menos común en bijou como el cobalto, puede producirnos alergia.
El eccema suele manifestarse a las 48 horas del contacto, aunque en determinados casos es instantáneo. Además, se agudiza en el verano con las temperaturas altas, también con la humedad y con nuestro propio sudor.
A continuación vamos a ver algunas formas de evitar esta alergia:
• La primera y más evidente es, como en cualquier alergia, suspender el contacto con la sustancia causante. Es decir: ¡fuera esas caravanas!
• Hay que evitar la bijou. Sí, todas sabemos que hay cosas muy lindas y a muy buen precio; pero muchas de ellas contienen aleaciones con níquel que nos pueden perjudicar. De la bijou, sólo podríamos utilizar las caravanas de plástico.
• El oro amarillo y la plata reducen mucho las posibilidades de alergia. Exige en tu joyería un certificado que asegure que no contienen níquel.
• Pasa por un local en donde vendan caravanas de acero quirúrgico o titanio. Esos casi seguro que no te darán alergia.
• Si quieres ponerte unas caravanas que sabes que te van a dar alergia, pinta la parte que vaya a estar en contacto con tu piel con esmalte de uñas transparente, para que actúe de aislante. En algunos casos, da resultado.
• Evita llevar caravanas a la playa o cuando vayas a hacer ejercicio, para minimizar el riesgo de alergia.