Dicen que el miedo, es como un monstruo que se alimenta del miedo mismo. Esto quiere decir que cuando le tienes miedo a un miedo y no lo enfrentas, es como si lo nutrieras para que crezca. Es muy fácil decirte que debes enfrentar un miedo… lo difícil es encontrar el método correcto para hacerlo.
A veces, tienes el suficiente valor y decides exponerte a aquello que te causa temor: como cuando le tienes miedo a las alturas y para superar este problema, simplemente vas un buen día y subes a un lugar elevado, esperando conjurar así tu temor.
El problema es que esta táctica de “todo o nada”, no siempre resulta. A veces te quedas a la mitad… o experimentas una sensación tan horrible al hacerlo, que al final decides no volver a intentarlo nunca. En otras palabras: consigues el efecto contrario.
“El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente, el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa… también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad... y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma”. - Aldous Huxley.
En realidad, enfrentar un miedo, es todo un proceso. Tiene sus pasos, sus tiempos y sus métodos. Lo adecuado es hacer frente a eso que te causa temor, diseñando una estrategia que en verdad te lleve a cumplir con ese objetivo.
Las siguientes, son tres estrategias para enfrentar el miedo de manera eficaz.