El diagnóstico de trombofilia nos interpela en aspectos muy íntimos de la mujer, como lo es el deseo de ser madre y la conformación de una familia.
Las principales complicaciones en el embarazo asociadas a la trombofilia, son la pérdida gestacional temprana, retardo en el crecimiento intrauterino, preeclampsia; así como amenaza de parto prematuro. Por lo tanto un embarazo de una paciente con trombofilia, es considerado de alto riesgo obstétrico.
Un embarazo de alto riesgo obstétrico, implica un estrés superior a un embarazo sin este tipo de complicaciones. La mujer se siente más vulnerable, con mayor ansiedad, los temores esperables en una gestación se potencian, hay una sobre preocupación y vigilancia de cada síntoma corporal.
A su vez es importante mencionar, que un embarazo sea considerado de alto riesgo no implica que necesariamente vayan a producirse complicaciones, sino que se realizarán frecuentemente más controles médicos y exámenes adicionales. Riesgo no implica complicaciones: solamente son cosas que pueden ocurrir.
La pérdida reiterada de embarazos, puede ser una de las situaciones más dolorosas de la vida y para la cual no hay rituales de transición: son duelos invisibles y silenciosos.
Por esto es que la posibilidad de un nuevo embarazo se torna amenazante: el miedo es la emoción predominante, dado que se cuestiona si se podrán llegar a un embarazo a término. Cada estudio, cada control, es vivenciado con un alto grado de estrés y ansiedad.
Es importante mencionar que la pareja que tuvo un aborto, transita por un proceso de duelo por el bebé que no nace, independientemente de las semanas de gestación.
Cuando una pareja trata de concebir, desarrolla apegos a fantasías acerca de ese hijo deseado, como por ejemplo atributos físicos, proyectos de vida, entre otros.
Se caracteriza por síntomas afectivos como tristeza, rabia, hostilidad; a nivel conductual: inquietud, fatiga, necesidad de hablar sobre la pérdida, encontrar un sentido a lo ocurrido, retraimiento social.
Desde lo cognitivo: preocupación, pensamientos recurrentes acerca de la pérdida, culpa, autorreproches que desencadenan en baja autoestima.
De todo lo antepuesto, podemos concluir la importancia del control con profesionales especializados en trombofilia, (gineco-obstetra y hematólogos) y a su vez, mencionar lo fundamental del tipo de vínculo terapéutico que se establezca con los profesionales tratantes, siendo importante que los pacientes puedan transmitir sus miedos y expectativas, logrando un vínculo de confianza y empatía, las cuales son óptimas para tener una mayor y mejor adhesión a los tratamientos propuestos, teniendo siempre en cuenta que cada pareja y cada embarazo son únicos.
Es importante la derivación o el trabajo en conjunto con psicólogos especializados en la temática, que puedan contener y acompañar a la pareja que transita por tratamientos muchas veces invasivos, pérdida de privacidad, espontaneidad, medicalización del placer. Lo anterior conlleva implícitamente dosis elevadas de estrés que, si no es manejado adecuadamente, puede desencadenar en problemas a la interna de la pareja.
El embarazo es necesario disfrutarlo, por eso lo importante de la ayuda terapéutica para canalizar miedos, contener y acompañar en ese proceso.
Lic. Yannina Otero
Lic. en Psicología y Sexóloga Clínica
Abordaje terapéutico a parejas con infertilidad y trastornos de coagulación
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