Los cantuccini son unas galletitas italianas ideales para comer después de la cena con un vino dulce, o para acompañar un café o té. Además, quedan tan lindas que son un precioso regalo.
Este budín es súper rico para llevar de colación. Es una receta ideal para hacer si nos han quedado plátanos maduros. En general, lo congelo en trozos y cuando quiero uno, lo pongo en el horno eléctrico por cinco minutos, o lo dejo afuera un par de horas y queda perfecto.
Al grillar las coles de bruselas, todos los sabores se hacen presentes, quedan crujientes y el sabor cítrico de la naranja, le da un toque mucho más alegre y moderno.
Se pronuncia “brus-keta” y básicamente es un pan tostado o grillado con aceite de oliva, acompañado de cosas ricas por encima; o sea, todo lo bueno de la vida en un mordisco.
Este brownie de invierno, es la versión más reconfortante del brownie clásico. Los detalles diferentes, radican en el uso de ingredientes como jengibre, fruta seca y nueces confitadas. ¡Una especialidad!
Con un sabor agridulce que abre el apetito, se trata de un plato de la cocina tradicional cantonesa, que es preferido por jóvenes y mayores. Es también, el plato de cocina china más conocido internacionalmente. Cada trozo de carne de cerdo, está envuelto en una mezcla especial de salsa ricamente complementada en color, por abundantes verduras.
Para asegurarse que incluimos una cantidad suficiente de los alimentos más ricos en proteínas, les dejamos a continuación algunos ejemplos de comidas veganas rebosantes de proteína.
Son ideales para después de la actividad física, para reponer las fuerzas perdidas y como son tan compactas, las pueden llevar donde sea. Y todo esto con solo tres ingredientes.
Este plato lo pueden encontrar en los restaurantes indios. Es riquísimo y tiene tantos ingredientes, que es casi una comida completa: con unos cubitos de tofu crujiente y una ensalada, están listos con un rico y perfumado almuerzo. Receta tomada de Chloe’s Kitchen de la maravillosa Chloe Coscarelli.