La actitud que tomamos ante la vida, hace que consigamos unas cosas u otras. Estar despiertas y positivas, nos ayuda a atraer energía y además, a personas que favorecen nuestro día a día... y esto, a su vez, genera nueva energía positiva que volvemos a transmitir.
Lo primero que ven nuestros ojos al relacionarnos, son los ojos de la persona que tenemos delante.
Una mirada segura y atenta, muestra interés por lo que nos están diciendo. También es atractivo para la otra persona, la expresión que lanzamos con nuestra mirada.
Para mejorar esta faceta, es importante usar un maquillaje que realce lo mejor de nuestro contorno visual. Maquillaje no demasiado fuerte, pero que eleve la vivacidad de nuestros ojos: siempre “hacia arriba” y teniendo en cuenta nuestro estilo y rasgos faciales.
No sólo el maquillaje es la herramienta fundamental para conseguir nuestro objetivo. Al final, la mirada nunca engaña.
Una buena estrategia para lograr nuestro propósito, es tener pensamientos positivos. En ocasiones nos encontramos en etapas con muchos problemas, por lo que se nos hace difícil que este optimismo nos salga con naturalidad.
El secreto está en el entrenamiento: al despertarnos, nos podemos proponer repetir frases optimistas… mirarnos al espejo y ensayar situaciones en las que nos gustaría transmitir nuestra fuerza.
Mírate a los ojos y recuérdate lo maravillosa que eres y todo lo bueno que mantienes. Tu mirada cambiará y los demás, lo notarán.
¡Las invitamos a probar esta experiencia!
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