¿Cómo se enseña esto? No solo con
castigo, por así decirlo, como vimos en el ejemplo de la computadora; sino también,
reforzando (haciendo más factible que una conducta se repita), cuando la otra persona haga algo que le guste. O sea, estén atentas a las cosas que sí les gusta de sus hijos o parejas. No las den por sentadas... aliéntelas, favorézcalas, reconózcalas.
Si algo le gustó, anímese a demostrarlo.
¡Anímese a cambiar usted misma y verá como su entorno cambia!
Viviana VaisenbergTerapeuta del Comportamiento
Consultorio: 2710.25.01
www.hacerterapiaonline.com