Vivir pensando en el siguiente momento, vivir conectado al “tengo que” o “debo de”, vivir desconectado de uno mismo o de todo lo que me rodea… párate, mira, siente, estás aquí y ahora, disfrútalo.
Cuenta la leyenda de los Ahoras, que hace muchas épocas los humanos caminaban y vivían junto a unos pájaros llamados “Ahora”. Permanecían junto a ellos día a día con su canto en sus cabezas y su plumaje junto a sus cuerpos.
Cada vez que los humanos veían un paisaje bonito, conversaban con alguien o sentían algo especial, el Ahora les daba un picotazo en la cabeza y cantaba… entonces las personas tomaban consciencia de ese momento y guardaban el recuerdo: disfrutaban el presente y eran felices.
Los Ahoras se alimentaban de las emociones que aquellos momentos causaban y conseguían que los humanos, a los que acompañaban, disfrutaran de vidas más intensas, a pesar de no tener pantallas con grandes resoluciones y un montón de colores. Así, llegó un día en el que algo cambió y las personas empezaron a convivir con otras aves: una de plumaje negro (el antes) y otra de plumaje blanco (el después).
Poco a poco los pájaros Ahora fueron perdiendo su canto y sus susurros, hasta quedar casi sin voz. Los momentos de consciencia se fueron perdiendo. Pero la leyenda no acaba aquí: aunque los Ahoras no revoloteen a nuestro alrededor o su canto haya perdido fuerza, siguen viviendo en cada uno de nosotros, esperando que nos hagamos conscientes de cada momento que sentimos y disfrutamos.
“Algunos dicen que si cerramos los ojos, respiramos hondo y sonreímos, podremos sentir en el corazón y en la mente, el canto y el picotazo de los Ahora”. -Oscar Soria-