Inicio Contacto Suscribirse

Seguinos en:

Home / Sexualidad / Afrodisíacos: mitos y realidades

Afrodisíacos: mitos y realidades

Afrodisíacos: mitos y realidades

El término AFRODISÍACO deriva del nombre de la diosa griega del amor, AFRODITA. Los romanos la llamaron Venus y los egipcios Athor. Cuenta la leyenda que Afrodita nació de la espuma de mar, de allí viene que los productos del mar sean considerados afrodisíacos.

Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha buscado una sustancia que aumentara el deseo y el rendimiento sexual. Todas las culturas conocidas han recurrido a determinadas sustancias en un intento de estimular el deseo e intensificar la potencia sexual.

Con el paso de la historia, la lista de sustancias afrodisíacas ha incluido casi de todo, desde plantas a insectos, testículos o cuernos de animales. Incluso muchas sustancias han sido consideradas afrodisíacas por su similitud con el órgano en cuestión.

Teniendo en cuenta el impacto psicológico que produce creer firmemente que lo ingerido tendrá efectos maravillosos (efecto placebo), puede hacer que efectivamente aumento sus deseos sexuales solo por ello.

Existen distintos tipos de sustancias químicas a las cuales se les ha atribuido algún tipo de efecto sobre la respuesta sexual, pero lo cierto es que ninguna de ellas actúa sobre todas las fases de la misma, puede actuar en una pero en otra no. Por ejemplo, una muy mencionada es la YOIMBINA, esta es una sustancia que es obtenida de la corteza del yohimbé, árbol del Camerún. La misma fue desechada por la medicina pues produce un efecto solamente pasajero de congestión pelviana por vaso-dilatación.

Otra sustancia o más bien hormona que se le ha llamado “elixir de la sexualidad” es la hormona testosterona. Esta hormona masculina es segregada por el testículo y por las suprarrenales en menor proporción en varones y toda en las mujeres, fue considerada como la estimulante por excelencia o afrodisíaco básico para el hombre y la mujer.

Y si buscamos en la literatura se han mencionado otras drogas afrodisíacas que dependen de la cultura de cada lugar y sus creencias.

El alcohol a veces es tomado como un afrodisiaco, pero lo que realmente produce es una desinhibición, disminuye la ansiedad, pero solo si se ingiere UN POCO. Un poco más y el alcohol se transforma en un poderoso anestésico, retarda los reflejos y dilata los vasos arteriales, dificultando considerablemente la erección. Y cuando se consigue se demora más tiempo en eyacular.

El GINSENG, es una sustancia extraída de una raíz vegetal, y se ha utilizado como afrodisíaco a lo largo de toda la historia de Oriente. Sin embargo, y a pesar de todo lo que se ha escrito sobre ella, no hay pruebas de que mejore el apetito sexual. Como es un estimulante general, es posible que sus efectos benéficos deriven de esa acción.

Pero en definitiva la efectividad de las mismas para la ciencia es dudosa. En realidad los únicos individuos en quienes los alimentos pueden funcionar como estimulantes sexuales son los desnutridos físicamente, pues el bienestar logrado con la mejoría física se acompaña de aumento de deseos sexuales. Cuando hay exceso de alimentación o malnutrición por dietas desbalanceadas y obesidad, se produce una disminución de la capacidad y del impulso sexual.

Hoy más allá de supersticiones y creencias mágicas, sabemos que no hay secretos alimentarios sexuales. Lo único cierto es que una dieta balanceada y rica en minerales, vitaminas y nutrientes mejoran nuestra salud en general, y por ende, nuestra sexualidad.

Estas sería los afrodisíacos propiamente dichos, o sea las sustancias capaces de excitar el deseo sexual o impulsarlo. Pero sabemos que existen otros medios de excitar el deseo sexual.
Helen Kaplan, una sexóloga norteamericana, plantea tres medios afrodisíacos, tales como LA FANTASÍA, EL TIEMPO Y EL AMOR.

Las fantasías son aquellos recursos o bien pensamientos que no son seguidos de la acción. Esta capacidad humana permite a las personas recrearse con el pasado. Incentivar el erotismo, aumentar el deseo sexual.

Hacer el amor con tiempo también es afrodisíaco. Disponer de toda una tarde, una noche o un día es un factor estimulante para la actividad sexual. La luna de miel por ejemplo prevé que los recién casados, además de la intimidad y el aislamiento, tengan tiempo para compartir sus actividades sexuales. Por eso decimos que la luna de mies es una institución sexológica de primera instancia.

En conclusión, el único afrodisíaco universal que existe sigue siendo una pareja sexual suficientemente excitante en un ambiente agradable y propicio.

Gabriela Michoelsson (Sicóloga-Sexóloga)
gamich@multi.com.uy
094.21.28.21

 

Contenido relacionado

Agregar un comentario