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Sobrevivir a las obligaciones

Sobrevivir a las obligaciones
Hoy, tómese un tiempo para pensar cuántas cosas está haciendo que le gustan de verdad y cuántas, por obligación. Se lo planteo de otra forma: ¿cuántas cosas está haciendo por usted misma?

Le propongo avanzar un paso más. Piense si es verdaderamente a usted a quien le gustan esas cosas que usualmente "dice que le gustan" o por el contrario, fue "entrenada" para dicha actividad, profesión, conducta, etc.

Las formas de actuar que usted tiene, a veces no son propias, sino que son cosas que  “deben” gustarle y “deben” hacerla feliz.
Ya en nuestra infancia nos orientan en que es lo “bueno” o lo “malo” para nosotras. Así vamos incorporando deseos de otros (ajenos), como propios.

Eso sí, como adultas no necesitamos que nadie nos diga si está bien lo que hacemos o no, pero ¡OJO!; ponga atención a las autoverbalizaciones.

¿Qué son las autoverbalizaciones?

Las autoverbalizaciones son mensajes que nos decimos a nosotras mismas: pero si prestamos atención, son los mismos mensajes que nos daban antes a nosotras; sólo que los hemos incorporado como nuestros.

Sin darnos cuenta, fuimos pasando de una manipulación externa, a una manipulación interna y son estas voces internas, las que nos van indicando el camino.

Sin embargo, puede ocurrir que este camino “indicado”, ni siquiera nos sea grato; sino que por el contrario, sea parte de un discurso que recibimos de afuera... ya sea de nuestros padres, maestros, la televisión o del entorno en general, que sin darnos cuenta lo hemos tomado como propio y lo repetimos.

La idea, es liberarse de las pautas sociales que nos fueron impuestas en un momento en que NO teníamos capacidad para decidir.

Para ello comience preguntándose: "¿Soy feliz?"
¿No lo sabe? Inténtelo... SE PUEDE.
Piense en actividades que le gusten hoy por hoy. ¿No encuentra nada? ¿Sólo tiene obligaciones?

¿Estudia una carrera que le gusta o porque es “buena”para usted? Piense: tal vez usted está haciendo muchas cosas por obligación y ha olvidado lo que es divertirse, pasarla bien.
La vida cuanto más variada, más grata es. La vida no es linda ni fea; es uno mismo que la hace linda o no.

Una vida en la que predominan cosas hechas por obligación, no nos trae felicidad

¡Cuidado!... hay veces que debemos hacer cosas que no son muy gratas, pero deben hacerse para llegar a otras; en ese caso, son medios para llegar.

Podemos encontrar personas que no tienen nada positivo, ya sea porque de veras no tienen elementos positivos en su vida y otras veces, simplemente porque no se dan cuenta de las cosas buenas que tienen, ya que las dan por sentadas.

Soluciones

Si se trata de lo primero, hay que proponerse hacer actividades gratificantes. Si no hay nada que la estimule hoy por hoy, piense: ¿qué la estimulaba antes? ¿qué le gustaba hacer? Cuando usted se sentía bien, ¿qué es lo que hacía?

Aquí, le listo algunas ideas para que comience con el ejercicio:

- hacer gimnasia
- ver una película
- leer un libro
- pintar
- reunirse con amigos
- escuchar música
- practicar un deporte
- dedicarse a un hobby
- ayudar a alguien: niños, ancianos, animales...
- militar en causas de índole social, como ser rehabilitación de alcohólicos, adictos, inserción laboral de personas con capacidades diferentes...
- aprender computación
- cultivar flores, hongos, yerbas aromáticas en lugares que van desde una huerta, hasta la propia cocina
- aprender un idioma nuevo o exótico; o perfeccionar uno que no dominamos del todo

En fin… posibilidades hay mil y una... y más ¡también!

Si en este momento no tiene deseos de hacerlo, empiece de a poco... ¡PERO EMPIECE!

Y si lo que pasa es que no logra verlas, comience a focalizarse un poco más.

Le planteo el siguiente ejercicio: durante tres días, antes de irse a dormir, anote tres cosas agradables que haya vivido o experimentado durante la jornada. Por ejemplo, al levantarse ese día, ver el sol, tomar un desayuno, hacer una caminata... eso depende de cada una.
Al otro día lo mismo: anote tres cosas lindas de ese día y vuelva a repetirlo.

Trate de conciliar el sueño con esas sensaciones agradables. Gratifíquese cuanto pueda; a veces, las cosas más insignificantes pueden ser muy valiosas. Verá que sí hay cosas que le gustan y que la hacen feliz.

Le dejo la siguiente tarea: anote aquellas actividades que antes realizaba con gusto... desde leer el diario, hasta a caminar.
Propóngase pequeñas metas, empezando por la tarea que menor esfuerzo le requiera. Hoy, la estoy llamando "tarea"; en unos días, usted misma comprobará que las hace simplemente porque le gustan.

Las obligaciones son parte de nuestra vida, como también el estar bien y el pasar bien. Diviértase, goce, haga, pruebe y verá como su vida empieza a cambiar.


Viviana Vaisenberg
Terapeuta del Comportamiento
Consultorio: 2710.25.01
http://www.hacerterapiaonline.com

Comentarios (4)

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Comuna Mujer 08-07-2011

Qué bueno, Marta, que de a poco hayas podido ir recuperando tu espacio, para hacer las actividades que te gratifican! Todo en su justa medida: llevar a cabo las obligaciones, pero nunca perdiendo la oportunidad de disfrutar la vida.
Un beso grande y gracias por escribirnos.

marta rijo 08-07-2011

Trajiste un tema bastante espinoso sobre todo para las mujeres, donde se pierde la perspectiva del alcance entre el debo al quiero.Sin embargo he recuperado cosas que me gustaban, por suerte

Comuna Mujer 06-01-2011

Gracias Celia, por compartir tu opinión con nosotras. Nos gusta saber que en este comienzo de año, puedas pensar un poco más en tí misma. Muchas veces, la "locura" en la que vivimos, nos lleva a descuidar y postergar nuestras inquietudes personales. No olvides que ellas, contribuyen a sentirnos más felices y por tanto, sobrellevar mucho mejor todas nuestras obligaciones. Te mandamos un beso grande y esperamos que tengas un 2011 lleno de alegría.

celia 05-01-2011

estan buenas las propuestas en este momento de mi vida bastante complicada me justaria hacer algo por mi misma sin descuidar la familia

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