Luego tenemos a los FANÁTICOS. Aclaremos que fanático se puede ser al fútbol, a la música, a una religión, a un partido político, etc. Personalmente me dan mucho miedo los fanáticos y ¡tengan mucho cuidado antes de discutir con alguno de ellos! Es de persona inteligente cuidarnos a nosotros mismos y no perder nuestra integridad física, ni sufrir agresiones, por la patología del otro.
¿Qué es un fanático? Es una persona que ha perdido el control de su voluntad, en función de algo. Es una forma de perderse a sí mismo en función de un grupo. El fanático intenta escapar, no resolver sus miedos individuales, a través de la masificación. En ella, logra una ¨seudo identidad grupal¨, perdiendo su individualidad y autenticidad.
Características
• Son personas con un gran miedo a la soledad. En ese grupo, con la hinchada, estando con otras personas, en medio del ruido, ¨compartiendo ideales¨, intenta escapar o más bien diría, esconder su miedo a sentirse solo.
• Se va a sentir protegido, ya que el pertenecer a ese grupo, le da seguridad contra lo externo... seguridad que en verdad es falsa, ya que en la vida, el hecho de que una persona no piense como uno, no significa que esté contra uno.
De alguna manera consigue una identidad ¨falsa¨, ya que su propio yo se pierde, se fusiona con el grupo. No son sus gustos, sus deseos, sus ideales... sino los del grupo; o tal vez, sería mejor decir: los ideales del líder.
Por esto, podemos decir que un fanático no tiene claro quién es, sino que cree ser lo que el otro es. Al hacerlo se siente bien, ya que es parte de algo. Esto conlleva a que su autoestima esté proyectada en el grupo. Es decir, los éxitos o los fracasos de su equipo, son personales... son de él o ella. Si su equipo gana, ÉL ganó... si su equipo pierde, ÉL perdió.
• Los fanáticos superan o más bien esconden... tapan sus "miedos existenciales", miedos que todos tenemos, porque la vida no nos da certeza, sino incertidumbre... y la única certeza, es la muerte. Sin embargo, aquí los fanáticos NO DUDAN: SON DOGMÁTICOS, ABSOLUTISTAS Y LA ÚNICA VERDAD, ES LA DE ELLOS.
El ser dogmático, implica que aunque haya evidencia de que algo no es como se piensa, no cambian de parecer... son absolutistas. Las cosas son a su manera y no hay otra. Y en esta manera de pensar y de comportarse, ven al contrario, al oponente, como un adversario que puede y debe ser atacado o sea, ser DESTRUIDO. Pueden llegar a matar por estos ideales, por estas creencias. Por eso es muy peligroso discutir con un fanático.
Discutir con un fanático, implica cuestionar sus ideales, su yo, por ende, su persona; por lo cual discutir con estas personas, es discutir su IDENTIDAD, SU AUTOESTIMA y nadie quiere que le toquen su autoestima, y menos, darse cuenta que no sabe quién es. Son personas que dejan sus deseos, sus sueños, su familia, su trabajo... todo por los deseos del líder.
El líder da certezas y les evita las incertidumbres... cuando son las incertidumbres las que nos permiten conocernos, crecer, cambiar de parecer, saber quién soy y qué quiero.
• Para evitar perderse (aunque ya lo está), es que tiene un pensamiento DOGMÁTICO, ABSOLUTISTA Y ES FALTO DE AUTOCRITICA. La única verdad es la suya.
Es importante el trabajo con los fanáticos, para que recuperen su identidad... para que puedan pensar por sí mismos... para que aumenten su tolerancia a la frustración, saber que en la vida los partidos se ganan y se pierden, y que uno vale como persona individual, independiente de si su cuadro ganó o no. Es fundamental que entienda que no necesita buscar oponentes, ya que muchas veces forman su identidad en función de ese otro que viene a atacar... a cuestionar su grupo.
Importante aprender que en la vida podemos compartir, ser diferentes y respetarnos.
Para trabajar con un fanático, lo importante no es ponerse en el lugar de rival, ya que ahí le ayudamos más a formar esa identidad de grupo: a un fanático se le muestra de a poco, todo lo que ha perdido o relegado por su grupo... desde amigos, familia, trabajo, pareja. Es un trabajo de hormiga y debe hacerse con cuidado, ya que el fanático está dispuesto a todo... incluso, a matar.