Todos sin darnos cuenta, deseamos una vida sin problemas, ni retos, ¿correcto? Piensa si no, que en el fondo quisieras que todo fluyera bien en tu vida… que nunca te toparas con problemas de dinero, de salud o problemas en tus relaciones con otras personas.
Muchas veces caminamos por la vida de manera tan autómata, que no reparamos en que todo aquello que nos rodea... es una fuente maravillosa de crecimiento y bendición.
Hay ocasiones en que tal vez no entendamos ciertas señales o mensajes al principio, ya que no es fácil encontrarle sentido al dolor… pero si nuestra confianza existe y nos entregamos a la vida, confiamos en lo que somos y nos “aperturamos” a crecer espiritualmente, empezaremos de a poco a comprender ciertas situaciones que vivimos; y el aprendizaje que se encuentra detrás de cada una de ellas... porque con el tiempo, nos damos cuenta de que todo lo que nos sucede es perfecto.
Agradecer me recuerda cuán afortunada soy, especialmente en esos momentos que creo no serlo. Cuando agradezco, estoy apreciando. Es muy nutritivo para el alma agradecer en voz alta o en silencio, ese instante... reconocerlo: “¡Gracias por tu ayuda!”, “Aprecio tu tiempo, tu colaboración, tu amor, tus buenas intenciones… gracias por estar…”
El apreciar, especialmente las pequeñas cosas, nos ayuda a poner la atención en lo positivo, lo bello, lo simple… lo que quizás está siempre ahí, delante de nosotros, pero obviamos porque nuestra mente está ocupada con pensamientos que no tienen que ver con el presente mágico que vivimos… ¡no lo vemos!
Sentémonos unos minutos a pensar cuán afortunados somos... respiremos profundo. Quedémonos unos segundos simplemente conectados con nuestra respiración. Dejemos que nuestro corazón hable. Agradezcamos este momento con nosotros mismos. Agradezcamos por toda experiencia vivida, que aunque quizás hoy aún no le encuentras sentido al dolor vivido, te aseguro que más adelante le encontrarás uno.
Hoy comienzo mi día agradeciendo, la suave y tibia cama en que duermo (que me encanta su suavidad)… agradezco por el sol rojizo y tibio que sale por las mañanas… agradezco por mis hijos, que me transporta el sentir el aroma en sus cuellitos mientras duermen y sentir que están vivos a mi lado… agradezco el agua tibia que recorre mi cuerpo al ducharme, las suaves toallas, el aroma a mi jabón preferido… agradezco el tomar desayuno junto a mis hijos y comenzar el día riendo por lo que sucede en la mesa… agradezco por el amor que recibo cotidianamente... y así, sigo agradeciendo por todo aquello que tengo en cada instante.
Te invito hoy a centrarte en tu presente, en tu vida y que mires con los ojos del alma cada experiencia vivida, y desde allí… desde tu corazón, agradecer por todo aquello que hoy tienes y eres en tu vida, ya que el maravilloso ser que eres hoy, es gracias a cada una de tus experiencias vividas.
Hoy te deseo un día pleno y mágico, donde cada experiencia vivida, te llene de felicidad y agradecimiento.
María Jesús Martínez Bórquez
Psicóloga, Facilitadora de Ceremonias y Talleres.
Coach Ontológica. Terapeuta Floral.
Astróloga. Sahumadora.
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