Tras empezar el camino con el autoconocimiento y descubrimiento de las emociones que habitan y experimentamos en cada momento, llega el control y regulación.
Las emociones son un tesoro que todos poseemos: nos informan de que hay una conexión entre lo que sucede fuera y lo que experimentamos dentro. Las emociones nos enseñan y nos protegen, nos acogen y nos dan fuerza.
Las emociones dependen y trabajan para mí, llaman a la acción y al cambio. El control y la regulación, llega tras un previo conocimiento: cuando soy capaz de identificar y saber, es cuando puedo decidir qué hacer y cómo hacer.
Si crees que cumples con este manejo y control emocional, te propongo un ejercicio: lee cada una de estas emociones y ve respondiendo a las siguientes preguntas con respecto al amor, ira, nostalgia, miedo, decepción, admiración, satisfacción.
• ¿Cómo puedes saber que sientes cada una de estas emociones?
• ¿Qué síntomas físicos y pensamientos tienes cuando las experimentas?
• ¿Cómo las muestras al exterior?
• ¿Cómo es tu relación interpersonal cuando experimentas cada una de ellas?
• ¿Conoces qué situaciones/personas/pensamientos pueden llegar a provocarlas?