A veces corregir imperfecciones o saber qué color aplicar, resulta ser lo más complicado a la hora del maquillaje. Por eso en esta nota, te brindamos algunos trucos para lograr un maquillaje perfecto.
Lo básico que hay que hacer es limpiar bien la piel, demaquillando y retirando el exceso con un buen tónico. Esto se debe realizar por las mañanas y por las noches.
Otro consejo es maquillarse siempre con la luz del día o en su defecto, con la luz más natural posible.
Luego hay que tener en cuenta en que ocasión se va a lucir el maquillaje: para trabajar, para una fiesta, para el día o la noche, con qué ropa, etc.
Yendo al maquillaje en sí, lo primero y lo básico es la base, que siempre debe ser del mismo tono de la piel. Si ésta es fluida, se debe aplicar con los dedos y encima, sumar el corrector donde sea necesario (por ejemplo en las ojeras).
Por eso, una piel limpia no necesita más que una base de textura delicada, traslúcida. Luego se debe completar con dos correctores: uno para neutralizar las partes oscuras y otro, que se mimetice con el tono de la piel.
Lo que más se recomienda es utilizar una base líquida, porque otorga mayor naturalidad y es más duradera. Lo mejor en este caso, es aplicarla con esponja para emparejar y completar con un toque con los dedos (que estén bien limpios, para no engrasar el maquillaje).
Para cubrir imperfecciones como por ejemplo granitos, se debe utilizar un corrector con pigmentos verdes; para las ojeras, uno con pigmentos naranjas, rosados o amarillos.
Un truco para ocultar arrugas, es utilizar un corrector de un tono más claro que el de la piel (en el pliegue del párpado por ejemplo).
Las miradas caídas se contrarrestan con pómulos bien iluminados y las cejas se acortan delineando el ojo con líneas ascendentes.
Nunca se debe olvidar iluminar el párpado superior con tonos claros de día y brillantes, de noche. Otra cosa que no se debe hacer, es remarcar... sino, sugerir.
Los colores en el maquillaje, se ven mejor en las que tienen ojos marrones. Pero en general, el uso del color tiene que ver más con el que la hace sentir cómoda, que con el que siente mejor.
Un consejo es no usar todo del mismo color, porque envejece. La mayoría de las mujeres utilizan las tonalidades marrones; pero es bueno mecharlo con un toque de naranja o rosa, que les aporta un toque más juvenil. Por ejemplo: ojos con beige y marrón, y boca anaranjada o rosada.
En cuanto al rímel, los de color iluminan y son ideales para quienes odian las sombras. El ojo se debe delinear arriba, junto a la pestaña, para generar una mirada más sensual.
Otro consejo para ir al trabajo, por ejemplo, es utilizar sombras neutras con detalles de brillo, en tonos amarronados o cobrizos.
Tener en cuenta que los tonos oscuros como el marrón y chocolate, achican los ojos. En cambio los tonos claros, agrandan e iluminan.
Los ojos azules se destacan cuando a la sombra aplicada, se le agrega un toque de naranja.
Los ojos verdes con el rojo, y los marrones con toques amarronados.
Fuente: enplenitud.com