Lo primero que me gustaría contarles, es que el miedo es una emoción que nos ayuda a sobrevivir.
¿Por qué? Frente a una situación de peligro, el miedo oficia de alarma y nos prepara para huir o atacar.
Imagínense, que están en la calle y ven venir un autobús que ha perdido el control y viene hacia uds. Es necesario que el cuerpo produzca determinados cambios a nivel físico y mental para evitar que el autobús los pase por encima.
El problema es cuando esta “alarma” se activa sin que exista una amenaza o peligro real.
Los síntomas según el dsm IV son los siguientes:
-palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca
-sudoración
-sensación de ahogo o falta de aliento
-sensación de atragantarse
-opresión o malestar toráxico
-náuseas o molestias abdominales
-inestabilidad, mareo o desmayo
-desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalizacion (estar separado de uno mismo)
-miedo a perder el control o a volverse loco
-miedo a morir
-parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo)
-escalofríos o sofocaciones
Uno o varios de estos síntomas, surgen inesperadamente y tienden a repetirse con cierta periodicidad, lo cual causa incapacidad en la persona.
Aquí también les daré otro ejemplo, para que les sea más claro lo invalidante que puede llegar a ser el sufrir crisis de pánico.
Supongamos que una persona se encuentra en un ascensor y súbitamente sufre una crisis de pánico. El temor a que vuelva a repetirse dicho episodio, el volver a sentir esos síntomas tan desagradables puede que derive en que evite tomar ascensores. Evita participar de reuniones donde necesite utilizar el ascensor para llegar a un determinado lugar, etc. Aquí vemos como las crisis de pánico pueden convertirse, como en este caso, en una fobia a tomar ascensores.
Esto afecta su diario vivir y su entorno. La persona se limita, por lo cual su calidad de vida disminuye.
Lo que les quiero contar es que hay tratamiento para dicha problemática.
Se trabaja a través de reestructuración cognitiva. Re aprendemos a identificar qué situación es peligrosa y cuáles no lo son. Se trabaja también sobre el aprendizaje de habilidades que le permiten afrontar y prevenir los ataques de pánico.
Si, es posible. Se puede volver a tener una vida normal.
Viviana Vaisenberg
Terapeuta cognitiva-comportamental.
Cel: 099.380.379
Consultorio:710.25.01
Comuna Mujer 23-11-2010
mary machado 22-11-2010
rosina 29-12-2009
Stella Mesa 23-12-2009
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