El sol es un arma de doble filo: el bronceado nos hace ver saludables, pero si no se tienen las precauciones necesarias, nuestro cuerpo acusará recibo con el tiempo. Te damos algunos consejos para disfrutar del verano.
En cuestión de cuidados, lo más importante es la fotoprotección: el factor mínimo a usar oscila entre 25 y 30. Conviene aplicarlo media hora antes de exponernos al sol y reponerlo cada dos horas o después de meternos al agua. ¡Y a no desesperar! El tono deseado se debe adquirir de forma gradual y en los momentos del día adecuados.
La hidratación es otro punto a tener en cuenta. No se trata sólo de tomar aproximadamente dos litros de agua por día, sino -además- de humectar la piel con diferentes cremas o emulsiones que contengan vitaminas A, D y E, aloe vera, colágeno o ceramidas y contribuyan a mantener su luminosidad natural.
El pelo también necesita un cuidado especial en esta época del año. Antes de partir, conviene hacer un corte y un tratamiento de nutrición. ¿Reflejos o tintura? Al menos una semana antes de las vacaciones, nunca el día anterior.
Una vez en destino, usar serum y cremas para peinar, ayuda a mantener la humedad propia del cabello. Para evitar una apariencia opaca y quebradiza, se recomienda aplicar productos con filtro UVB y UVA que preservan la queratina, y animarse a lucir un buen sombrero o pañuelos durante las horas "peak" de sol.
No dejes de empaparte el pelo en agua dulce antes de entrar al mar o a la piscina; y vuelve a hacerlo al salir, para arrastrar los agentes agresivos. Reducir el uso de secadores y planchitas, también suma.
Por último, es clave consumir vegetales, alimentos con hierro y vitamina C, proteínas y minerales.
Fuente: Algo por el Estilo - Asesoramiento de Imagen