Muchos de nosotros por circunstancias de la vida, tuvimos que dejar abandonada en algún lugar del camino a nuestra niña o niño interno y, sin darnos cuenta, por mucho tiempo avanzamos en el camino de la vida solos y dejamos desamparada muy atrás en la oscuridad, a la niña que fuimos.
La niña que fuimos, no es sólo una parte de nuestra historia: es una energía vital que vive dentro de nosotras... aunque esté escondida con miedo en algún rincón… está allí.
Nuestra niña interior es parte de nuestro auténtico yo, el yo que era antes de tener que usar máscaras y asumir un aparentar para sentirse aceptada o que encajaba, con el fin de sobrevivir en nuestras familias y en nuestra sociedad. Cuando nos preocupamos por nuestra niña interior, empezamos a recuperar nuestra verdadera esencia, nuestra frescura, nuestro SER.
Yo hace algún tiempo atrás, me acordé que había dejado en un parque abandonada a mi niña interna y la fui a buscar. La tomé en brazos, la acurruqué, le pedí perdón por haberla abandonado y le prometí que nunca más la dejaría sola… ella me pidió perdón por no haber estado y me prometió que nunca más me soltaría la mano y caminaría siempre a mi lado.
Hoy puedo dar la bienvenida a todas las partes rechazadas, y he logrado abrazar de nuevo y actuar de nuevas maneras, que le demuestran a mi niña que el pasado ya pasó y que ahora es seguro ser completamente yo misma… y de esta forma, ella se puede manifestar.
A veces en esta sociedad, parece que las niñas son recompensadas por dejar de ser niñas lo antes posible. Debido a esto, muchas de nosotras crecimos con el miedo de ser castigadas o abandonadas por el simple hecho de tener necesidades. Sin embargo TODAS necesitamos sentirnos adoradas, acariciadas, contenidas, nutridas y honradas por la persona única que somos.
Cuando ayudamos a nuestra niña interior a sentir estos sentimientos, nueva energía y vitalidad entra en nuestra vida, porque estamos liberando la vergüenza, y ungiéndonos a nosotras mismas de bondad y bendición. Esto nos da una nueva confianza, despreocupación, alegría, pasión y una forma loca de vivir la vida… como los niños.
Y tú, ¿dónde tienes a tu niña? Hoy te invito a mirar en tu interior y a re-encontrarte con tu niña interna y si es necesario, te invito a que vayas al parque a buscarla… te aseguro que en la banca donde la dejaste, aún está… tómala de la mano, abrázala, acaríciala, ámala y además, te invito a darle la bienvenida a todas esas partes rechazadas… abraza a esa niña de nuevo y demuéstrale que el pasado ya pasó y que ahora es seguro SER completamente ella misma… para que así ella, se pueda manifestar.
Diviértete, exprésate, juega, canta, baila, salta, apasiónate, ríe a carcajadas y vive la vida con la locura, la frescura y fluidez de tu niña interna.
María Jesús Martínez Bórquez
Psicóloga, Facilitadora de Ceremonias y Talleres.
Coach Ontológica. Terapeuta Floral.
Astróloga. Sahumadora.
Facebook: María Jesús Martínez Bórquez
Fono consulta: (+569) 6 478 0966
#autocuidado