¿Quién no se apunta a un delicioso café por la mañana? ¿O a una agradable charla con una amiga, sentadas en una mesita en su local preferido, delante de varias tazas del humeante brebaje? Todo un universo de rituales en torno a esta bebida negra, intensa, que llegó desde lejanas tierras para convertirse en uno más de la familia.
El café, es una infusión obtenida a partir de las semillas molidas de la planta del café. Además de por
su delicioso aroma, se consume, principalmente, por
su efecto estimulante sobre el organismo, producido por su alto contenido en una droga, la cafeína, altamente adictiva en dosis altas y continuadas.
Podría llegar a producir síndrome de abstinencia en forma de cefaleas, irritabilidad y somnolencia, aunque para ello habría que estar tomando cerca de diez tazas de café al día.Sin embargo, una taza de buen café, puede disminuir el dolor de cabeza, además de despejarnos la mente. Además,
el consumo continuado de esta bebida, puede proteger nuestro hígado y nuestro corazón; tiene efectos diuréticos y levemente laxantes, y alivia la fatiga muscular. De hecho, los deportistas profesionales lo tienen vetado, dando la cafeína positivo en dopaje.
También posee un efecto estimulante de la digestión: nada sienta mejor tras una comilona, que una taza de café bien cargado.
Sin embargo,
también tiene su lado negativo, en especial cuando se abusa del mismo. Es
irritante para el sistema digestivo: su virtud diurética provoca un sobreesfuerzo en los riñones; y como mencionamos antes,
puede provocar irritabilidad, insomnio y otras alteraciones nerviosas, de manera que los médicos se guardan mucho de recomendarlo. Aunque lo cierto es que… ¡está tan rico!
El café está presente en nuestro quehacer diario, es ya un elemento imprescindible y hay quien asegura “no ser persona” hasta haber consumido su taza humeante y calentita de delicioso café. Es el ritual que nos reúne por la mañana en la mesa de la cocina, antes de salir de estampida cada uno a su quehacer… es la excusa para quedar con aquel amigo al que hace tanto que no ves o a ese nuevo al que deseas conocer en mayor profundidad. Es la puerta a las confesiones y confidencias: el pasaporte a una velada inolvidable… el broche de oro a la cena perfecta.
Natural, descafeinado, expreso, soluble, de pote, con leche, crema o nata, cortado, largo, americano… ¡bendito café!
www.sabesloquequieres.com y Comuna Mujer
Este artículo tiene como finalidad ser informativo. Si tiene dudas consulte a su médico.