Escándalo en Francia: Vogue y sus niñas de portada
Y Vogue lo hizo otra vez… otra portada que despierta indignación en la gente. Y es que en esta oportunidad, Vogue Paris Cadeaux, presentó tres niñas entre cinco y siete años, luciendo ropa de "grandes", posando en forma provocativa, peinadas y maquilladas como adultas.
En la producción fotográfica del número de diciembre/enero de 2011 de la revista, se muestra a las tres pequeñas modelos (Thylane, Lea y Prune), en una actitud desafiante, de mujeres fatales… muy lejos de la frescura e inocencia de la infancia. Eso es precisamente lo más “chocante” de las fotos captadas por Sharif Hamza y con la estética de Melanie Huynh… sus poses, sus miradas, el entorno… un mundo de mayores, vivido por pequeñas.
Estas niñas, se muestran maquilladas excesivamente y vestidas con modelos de Yves Saint Laurent, Lanvin, Gucci y Versace; “trepadas” en finísimos stilettos de Balmain y Christian Louboutin y luciendo collares de Cartier, Bvlgari, Boucheron y Van Cleef & Arpels.
Ni bien fue publicada la revista, el escándalo se desató no solo en Francia… la noticia corrió como “reguero de pólvora” y una multitud de voces, se alzaron en contra de exhibir a las menores de edad, en actitud tan adulta. Las personas más conciliadoras, afirmaron que sólo se trataba de niñas que jugaban a ser adultas, pero las críticas contra la revista llegaron desde distintos organismos que abogan por la defensa de los derechos de los niños.
No queda claro, qué busca la producción además de este escándalo. Para algunos es una nota más que se destaca por la calidad y belleza de las tomas fotográficas y para otros, refleja la obsesión del universo fashion por la juventud, los cuerpos mínimos… la “perfección”. La persona que fue más terminante en este tema, fue el reconocido ilustrador Alexsandro Palombo. El mismo, fue muy duro en sus críticas y afirmó que este es “el regalo ideal para los pedófilos”.
El costo de este escándalo, fue cargado a la cuenta de Carine Roitfeld, una de las mujeres más influyentes en el mundo de la moda y al diseñador Tom Ford, invitado como director en este número de la revista francesa.
La dupla integrada por Carine y Tom, colabora desde hace tiempo, cuando relanzaron la marca Gucci, asociándola a la tendencia “porno chic”, inventada por ella. Ambos han sido capaces de todo y parece que no tienen límites. Esta vez, en una búsqueda frenética del impacto y con el consecuente aumento en las ventas, lo volvieron lograr: en su última jugada, esta edición polémica o no, se agotó en unos pocos días… el revuelo mediático fue inmediato y mayúsculo.
"El talento de Roitfeld ha sido desarrollar, en los noventa, un estilo de editoriales de moda con actitudes y gestos siempre provocativos, donde cada detalle estaba pensado para excitar la vista o llamar a la polémica", explica el experto en moda Jean-Jacques Picart.
Según un vocero de la empresa, Carine Roitfeld había anunciado hacía un mes, su intención de abandonar la revista para “dedicarse a proyectos personales”. Xavier Romatet, presidente de Condé Nast France, anunció en el sitio de Vogue, que Emmanuelle Alt reemplazará a Roitfeld en el puesto de redactora en jefe de moda, a partir del próximo 1 de febrero. Hacía diez años que Roitfeld ocupaba este puesto, siendo además, un ícono dentro de Vogue. La intención de Romatet, fue dejar en claro que Roitfeld no había sido despedida.
Existen fuertes rumores que indican que fue el mismísimo Bernard Arnault, presidente del gigante del lujo LVMH y uno de los hombres más ricos del mundo, quien llamó personalmente a Xavier Romatet, para advertirle de que su grupo de empresas eliminaría a Condé Nast de sus planes de medios, si no tomaba cartas en el asunto.
Carine Roitfeld, declaró en el sitio web: “He pasado diez fantásticos años en Vogue, donde he hecho todo lo que quería hacer. Es un buen momento para hacer algo más”. Por su parte, Xavier Romatet, afirmó: “Pasamos una página y comienza una nueva etapa, para una marca sólida y segura de sus valores.”
Sin duda, que es una portada que nos invita a la reflexión y a darnos cuenta que el mundo ha cambiado... que se vive muy deprisa y todo, a veces pasa sin darnos cuenta. La clave está en no dejar que esa velocidad, haga que la vida nos pase a un lado, que se "quemen etapas" necesarias para nuestro crecimiento y sobre todo, que esa vorágine nos haga perder nuestra capacidad de asombro... en ella, está la magia de la vida.
Comuna Mujer