Sabemos que el ejercicio aeróbico es fundamental para bajar de peso, pero las pesas también pueden ayudarnos a bajar kilos, pero tenemos que saber cómo hacerlas y saber compaginarlo con ejercicios como correr, nadar o montar en bici.
Dos o tres días a la semana podemos meternos en la sala de musculación y trabajar grupos musculares grandes: piernas, dorsales, hombros, pecho o abdominales. El secreto para quemar calorías con las pesas es hacer los ejercicios con poca intensidad y muchas repeticiones.
Lo más práctico es organizar un circuito para este entrenamiento quemagrasas con pesas: sentadillas, press de banca, remo con máquina o press militar pueden ser ejercicios útiles para el circuito. En cada ejercicio hacemos de 20 a 30 repeticiones y descansamos 1 o 2 minutos entre ejercicio y ejercicio.
Este circuito lo repetimos unas 4-5 veces y cada vez que lo completamos nos hidratamos y estiramos bien. En 30 minutos habremos tonificado y quemado calorías, un dos en uno bastante útil.
Cuando realizas un ejercicio físico y sudas, evidentemente estás perdiendo agua y por tanto peso. En un ejercicio moderado digamos de unas dos horas se pueden llegar a perder hasta dos litros de agua y por tanto, si nos pesamos, pesariamos dos kilos menos. De ahí que en ocasiones se vea a gente haciendo ejercicios aeróbicos demasiado abrigada para sudar aún más o se hagan sesiones maratonianas de sauna.
¿Cuál es el problema? El problema está en que evidentemente al perder agua aparece la sensación de sed y una de dos: o bebemos agua o nos deshidratamos. Si bebemos, recuperaremos el peso que perdimos a causa de la sudoración. Pero si nos empeñamos en no beber agua para seguir perdiendo líquidos lo más seguro es que tengamos que parar el ejercicio a causa de calambres musculares o mecanismos de protección similares del organismo.
Lo ideal para perder peso es hacer actividad física moderada (footing, bici, andar ligero, aeróbics) un tiempo superior a los veinte minutos, ya que a partir de entonces se empiezan a quemar las grasas y entonces si estaremos realmente perdiendo peso. De ahí la importancia de hidratarse bien durante el ejercicio, ya que podremos mantener el ritmo adecuado de actividad y por tanto quemar la grasa.