Ivonne: mi maestra de primer grado

Forjadora de gran parte de lo que hoy soy.

Orgullo siento de tus enseñanzas, que absorbí como una esponja.

Recuerdo que cuando caí enferma (con las enfermedades típicas de la niñez) y donde debí guardar bastante reposo, me enviaste para leer “Las travesuras de Sofía.”

En tu aula, no sólo me enseñaste las vocales... en especial aquella "colita" del enlace de la "o" (que me costó el agujero en el cuaderno de doble raya, de tanto borrar), sino también, a hacernos un delantal en tela “zephir tom” rosado y blanco (por supuesto, cosido a mano), que terminamos a fin de año.

La hora del recreo... sabía que cuando sonara la campana, iba a estar esperando mi madre con el termo de cocoa caliente: ¡ventaja de vivir cerca!

Y de ir a comprar en el quiosco de la escuela, una golosina que se llamaba “gallinita de licor” (para quienes no la conocen, consistía en una gallinita de azúcar de colores, apoyada en un minúsculo canasto de la masa de los barquillos, conteniendo algo muy dulce... como un néctar).

Ivonne... mi maestra de primer grado, ¡siempre te recuerdo con gran ternura y admiración!


Autora: Ma. Julia Torres Bustamante.


Dedicado a todas las maestras, educadoras y a las personas que transmiten incondicionalmente sus conocimientos: desde aprender a cocinar infinidad de cosas, que contribuyan al crecimiento personal del otro.

Y tú… ¿tienes recuerdos de tu maestra/o de primer año?