La alta viralidad de los videos eróticos caseros en Internet

Los videos eróticos caseros, han sido noticia últimamente en todos los medios… involucrando a figuras públicas, deportistas, gente del medio artístico, etc. Hoy podemos decir, que hay una tendencia a publicar videos en internet, donde se deja expuesta la persona en su intimidad.

No podemos pensar que estas prácticas sexuales, donde las parejas se filman en la intimidad, sean un fenómeno aislado y actual, y que nunca pasaban antes: esto sucedió siempre. La diferencia está, en que ahora se hacen públicas. Se sube el video a YouTube, se comparte por las redes sociales o por WhatsApp y luego, con la sucesivas repeticiones de la gente que lo ve, se viraliza rápidamente, pasando a ser un “escrache” público.

Lo que sucede generalmente, es que la gente se filma (o es filmada) en estas situaciones, con la “supuesta” intención de hacer algo privado, pero que luego, se hace de dominio público. Al principio, lo ven como una gracia “entre ellos”, pero es recién cuando se ven enfrentados a una gran exposición, que sobrevienen los arrepentimientos, los miedos, la vergüenza, etc.

Y esto sucede, porque muchas veces las mujeres no tomamos conciencia de que estos videos pueden llegar a hacerse públicos en algún momento. Tampoco hay un marco legal del todo claro para estos casos, porque está el consentimiento de la persona a ser filmada... pero de ahí a hacerse público, es donde hay una gran diferencia... y se debe demostrar y penalizar.

Cabe entonces preguntarse: ¿qué objetivos persiguen estas conductas?

- En algunos casos, hay una clara intención de daño hacia la persona que queda expuesta públicamente. Es el caso de ex novios “despechados”, que suben a internet estos videos sexuales caseros, con el objeto de "vengarse" de quien fuera su pareja. 

 - En otros casos, es la “jactancia”. Es más importante el orgullo propio de mostrar la cara de placer que pone la mujer en esos momentos, siendo esto la “medida de la virilidad” del hombre que está con ella.

Son filmados por el varón, mientras tienen la práctica sexual y luego, subidos también por él mismo. En este tipo de videos caseros, hay una tendencia a dejar expuesta la cara de  la mujer, y en general, la cara del varón no se ve. El objetivo es reafirmar la virilidad, jactarse de su práctica sexual y de lo que generan con ella, sin importarle exponer a la otra persona.

Incluso hay expertos psicólogos en estos temas, que opinan que los varones se cuidan mucho de filmarse y ser objeto de pornografía, porque les despierta angustia homosexual: tienen terror de ser observados por otros hombres, como objeto de deseo.

Tampoco debemos dejar de lado los casos en que el video es hecho de común acuerdo y no hay vergüenza ni pudor, en exhibirse en forma pública de esta manera; pero sin duda, estos son mucho menos en proporción.

En otros casos, estas conductas se dan cuando se está bajo el efecto del alcohol o de las drogas, y esto lleva a que la persona baje mucho su nivel de autocrítica y no pueda ser consciente de los riesgos reales que está tomando.

El problema mayor, es el daño a la imagen de la persona que se ve expuesta de esta forma, lo que le acarrea un sinfín de problemas.

Y del otro lado de la moneda, tenemos el problema de cómo la gente se "prende" a ver, juzgar y opinar sobre este tipo de publicaciones. Cobran más prensa, que cualquier otro hecho que pueda ser más relevante. Esto no es casual, sino que responde a un deseo de saber todo sobre la vida de los otros... aún incluso, de desconocidos.

También está de la mano de una especie de gusto general por el “exhibicionismo y voyeurismo”, que se da en todo ámbito. La gente publica cosas de su vida en las redes sociales, para que otros los vean... suben videos caseros a YouTube… les gusta hacer pública su vida. Y por supuesto, de la misma forma, mirar la vida de los demás. También están los conocidos “cinco minutos de fama”, pero el casos de los videos sexuales caseros, es donde se sobrepasan los límites.

La era Internet, ha hecho que la vida privada pase a ser como una especie de “Gran Hermano”, donde todos quieren ver a todos en lo más íntimo. Probablemente era un deseo que existió siempre y ahora simplemente, apareció la “herramienta” para lograrlo.

Yo creo que esto viene de la mano de transgredir límites. La gente ha adoptado una forma de divertirse, haciendo cosas que salgan de lo permitido... o sea: extremas. Y la publicación de videos eróticos caseros, es una de esas formas.

Parece que “sin límites”, es mejor que “con límites”... y el transgredir, es lo divertido en este momento.

El problema de estas prácticas, es que además de los involucrados, hay atrás, familias enteras que sufren porque sus hijos (o padres) quedaron expuestos públicamente y a estos grupos, les genera mucha vergüenza por todo lo que su familiar está pasando. Tienen que salir en su defensa, para tratar de “limpiar” la imagen de esa persona... tarea nada fácil, luego que lo que pasó.

También se sigue observando la “doble moral” para el hombre y la mujer: siempre la mujer es la juzgada y no se le da tanta importancia al hombre que participó de dicha práctica… la que lleva las de perder, es la mujer.

Por todos estos puntos planteados, es que no hay que aceptar este tipo de filmaciones... no es necesario realizarlas. Hay actos que son privados y deben seguir siéndolo. No hay necesidad de arriesgar a que alguien despechado el día de mañana, les juegue una mala pasada con este tipo de cosas y verse expuestas a una situación, que es por demás delicada y de difícil solución.

Tuve un caso de una joven que su ex novio la amenazaba con subir un video en que ella estaba en una situación comprometida, si ella no accedía a verse con él nuevamente.

En este tipo de casos, lo primero es no dejarse manipular nunca. Decirle a la persona que la está amenazando, que tiene registradas sus amenazas y que lo va a denunciar... y además, poner enseguida el caso en manos de abogados, para saber cómo manejarse, y que la otra persona sepa que está cometiendo una falta grave y que puede ser sancionado por ello.

Nunca ceder a la amenaza, porque cada vez será peor. Muchas veces las jóvenes por temor, siguen la corriente a quien las amenaza para poder salir de ese problema... pero esa no es la forma adecuada: cada vez la van a amenazar más. Y se van a ver obligadas a realizar cosas que no desean ni quieren, manejadas por la otra persona, en base a su temor de verse expuestas.

Para evitar estos y otros problemas, es que no hay que caer en estos riesgos nunca... tomar conciencia a partir de estos casos que han tomado pública notoriedad en la prensa, que se está en un riesgo alto con permitir estas filmaciones y con un caro precio a pagar.

Se puede disfrutar con límites: no hay necesidad de rayar en la inconciencia, para poder disfrutar. Tomar la sexualidad de forma responsable... esto implica que sea PRIVADA y no pública.


Ps. Silvia Cardozo
Terapeuta Cognitivo Conductual
Técnico y Docente en el área de Sexología
Email:  ensil@adinet.com.uy